MOTOCICLISMO

El cumpleaños más esperado de Luca

El vigués debutará el próximo 23 de julio en una carrera oficial, en Lugo, el día en el que cumplirá los 6 años

Luca Piñeiro, en un entrenamiento en el circuito de Forcarei. / BERNABE/ANA AGRA

M. González

Luca Piñeiro cuenta con ilusión los días que faltan para su sexto cumpleaños, en el que recibirá el regalo más especial que podría desear. El 23 de julio por fin disputará su primera carrera oficial en el campeonato gallego de minivelocidad y, además, estrenará su nueva moto. Un momento con el que sueña desde que, con poco más de un año y todavía con chupete, su padre lo llevara a un circuito. Con 20 meses ya batía en A Cañiza un récord de precocidad al pilotar una distancia de 15 metros con una moto de gasolina y con el paso de los años no ha abandonado una pasión que crece día a día.

De hecho, llegaron a enviar la hazaña para que fuera registrada en el Libro Guinness de los récords, pero les contestaron, según cuenta su madre, Aroa Mosquera, que no inscriben marcas de niños en deportes de riesgo. Registrado o no el récord, su precocidad es indiscutible. “De pequeño siempre le gustaron las motos y como a su padre (Alberto) también le gustan lo llevaba a entrenar hasta que le compró la moto, hecha a medida”, explica. También el mono tuvo que ser confeccionado ex profeso para él. “Conseguimos un chico en Sevilla, que se llama Richard, que desde que le hizo el primer mono se convirtió en su patrocinador, con la marca Rstyle”, añade su progenitora.

Luca Piñeiro, durante su último entrenamiento en el circuito de Forcarei. / BERNABE/ANA AGRA

“Al principio iba a la escuela Lorenzo Pontevedra, en Mos”, dice Mosquera. “Su padre iba corriendo detrás de él por si se caía”, rememora sobre sus inicios. Ahora es el propio Alberto Piñeiro el que se encarga de su entrenamiento y del de otro niño de la zona, Íker Garcçoa, unos años mayor que Luca.

Como todavía no tiene los 6 años cumplidos no puede competir en pruebas oficiales. Tan solo entrenar y participar en entrenamientos, concentraciones o exhibiciones. Por eso, el pequeño Luca Terremoto, como ya se le conoce en los circuitos, espera con tanta ilusión el día de su sexto cumpleaños. “La primera carrera que hizo fue con tres años, pero fuera de Galicia, en Salamanca, pero no era oficial. La organizaba la Asociación Nacional de Pilotos Aficionados (ANPA), pero aquí la Federación Gallega de Motociclismo no permite competir oficialmente hasta los 6 años”, subraya.

Será en Lugo, el 23 de julio, cuando celebre los 6 años y se estrene en la competición. “Hasta ahora él puede ir a los entrenamientos del sábado, pero no puede competir el domingo. Le llaman cachorro porque es el único que no puede competir, el resto de la parrilla ya compite el domingo, excepto él”, prosigue.

Aunque todavía no se ha probado en competición, en los entrenamientos apunta maneras. El último fue la pasada semana en Forcarei. “El sábado lo hizo muy bien. En la primera manga no pudo salir porque la moto no la tenía muy bien, pero en las últimas lo hizo genial”, dice su orgullosa madre. “Él está deseando que llegue el día de su cumple para poder competir, porque ir solo a los entrenamientos no es lo mismo. Después, a última hora hay unos cronos que él ya no puede hacer, al día siguiente tiene que ver la carrera desde fuera y, claro, tiene muchas ganas de que llegue el día”.

Además de en el Gallego de minivelocidad, ese fin de semana también participará en una competición para niños que empiezan este año, llamada Copa BS21, que organiza el piloto Borja Sánchez.

Aunque es tan pequeño, él tiene muy claro de que hasta los 6 no podrá dar ese paso tan importante para él. Sus padres siguen sus progresos y, por ahora, Aroa Mosquera confiesa que vive la pasión de su hijo por las motos con tranquilidad. “De momento, en los entrenamientos, no hay mucho problema y siempre va muy protegido, con su mono, sus botas, su casco..., el problema es cuando en las parrillas van más niños, que sí que puede haber algún choque. Ahí es cuando tienes más nervios, por si se cae o le hacen daño, pero, por ahora, no es muy peligroso”, reconoce.

Y al ver la ilusión con la que el pequeño Luca espera el gran día, su madre no puede más que contagiarse de su entusiasmo. “Lo vivo con la misma ilusión que él, al verlo tan ilusionado, nosotros estamos igual, claro”, prosigue.

Lo vivo con la misma ilusión que él, al verlo tan ilusionado, nosotros estamos igual

Hasta cuatro veces por semana va a entrenar, dependiendo de la disponibilidad de su padre para poder llevarlo. “La temporada de motos suele ser de marzo a octubre y durante ese periodo cuanto más rodaje tenga, mejor. Hasta ahora solían ir lunes y miércoles a alguna explanada y el fin de semana se suelen desplazar a algún circuito”, destaca. El trazado más cercano para ellos es el de Forcarei, a una hora de distancia, y luego también suelen ir a Braga. Esos son los dos más cercanos, aunque también hay opciones en Outeiro de Rei, As Pontes o el Godocar, un circuito más técnico en Ourense.

Material, moto y desplazamientos que costean totalmente sus padres y algún patrocinador, como Rstyle, que le regala los monos, Motul, que le da aceite, o su propio abuelo, que “también aporta lo suyo”. “La primera moto en la que empezó hubo que adaptársela porque no llegaba al suelo, y luego le compramos otra,que la vamos arreglando poco a poco. Estamos buscándole otra, pero Polini, que es la marca con la que tienen que correr, con la pandemia no tenía motos y ahora, por su cumpleaños, se le regalará una nueva”, anuncia Aroa Mosquera. “La suya es una Polini de aire 4,2 y tanto Luca como la mayoría de los niños de la parrilla llevan la rueda de 6,5, que es la grande”, explica.

Quedan cinco carreras esta temporada que servirán para conocer con exactitud el potencial de Luca. “Veremos qué tal salen para saber cómo evoluciona. Siempre piensas en el futuro y, viendo la evolución que tiene, si puede llegar a correr el campeonato de España, correrá, pero es pronto para saberlo porque igual queda aquí la cosa”, dice Aroa, que apunta que a Luca los “deportes le gustan todos: “Va mucho en patinete, en la bici, le gustan los caballos y ahora quiere hacer surf en verano, aunque las motos son lo que más le gusta”.

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Cuando se le pregunta por su piloto favorito, también lo tiene claro: Marc Márquez y Dani Rivas, piloto de Moaña fallecido en 2015 en una carrera en Laguna Seca: “Conoció a su padre (Willy Rivas) y le enseñó todo el museo que tiene y le regaló una sudadera de Dani”.

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