El 19 de mayo, el concurso para adjudicar los derechos de emisión de LaLiga en establecimientos de hostelería durante las cinco próximas temporadas se cerró sin que nadie pujara por el lote. Ni una oferta. Este martes ocurrió lo mismo con los partidos de Segunda División para el mercado residencial, después de que los de Primera alcanzaran en diciembre su techo histórico, con una inversión conjunta de Telefónica y Dazn de 990 millones de euros por temporada.

Son en apariencia dos pinchazos para LaLiga, dos intentos fallidos de vender parte de su producto, dado que nadie ha mostrado interés en él. Sin embargo, Javier Tebas y su equipo lo interpretan como una oportunidad para explorar un cambio de las normas tradicionales del mercado del fútbol en televisión. Y destacan que en ambos concursos tenían la opción de convocar un segundo plazo para la recepción de nuevas ofertas y han renunciado a él.

La alternativa elegida, en ambos casos, ha sido recurrir a comercializar los lotes "en régimen de no exclusividad". "Si LaLiga procediera a la comercialización de forma no exclusiva, se comercializarán los contenidos audiovisuales en igualdad de condiciones a todos los operadores interesados, teniendo en cuenta, entre otros parámetros, el número de usuarios del operador interesado, su política de promoción, distribución y de multidispositivos y la seguridad de las redes", describen los pliegos de condiciones de los dos concursos, tal y como recoge El Periódico de España.

Dos meses

En los despachos de la asociación de clubes trabajan ahora en cómo dar forma a la comercialización de los dos paquetes que se han quedado sin adjudicar por la ausencia total de ofertas. Un proceso que, además, no se puede demorar en exceso en el tiempo, dado que la nueva temporada comenzará en poco más de dos meses. Y arrancar el nuevo curso sin que nadie pueda ver la Segunda o sin que no haya fútbol en los bares es una opción que, por descontado, ni se contempla.

En el caso de Segunda División, y a falta de concretar los detalles, LaLiga estudia un modelo de comercialización más tradicional. La idea ahora mismo es fragmentar la competición en diferente lotes, divididos por número de partidos por jornada y por franjas horarias, para ofertarlos a los diferentes operadores. También se baraja la opción de llegar a acuerdos con televisiones autonómicas, para que estas emitan los encuentros de sus equipos de referencia.

Telefónica, que posee todas las competiciones importantes de fútbol de manera directa o mediante acuerdos con Dazn, se perfila como uno de los interesados pese a no haber hecho una puja por el paquete en exclusividad. Fuentes del sector interpretan la falta de ofertas, tanto de Movistar como de otros operadores, como una posible estrategia de negocio para abaratar el coste final de la operación. En el anterior concurso, Telefónica pagó 35 millones anuales por los encuentros de la categoría de plata.

Acuerdo con DAZN

El gran cambio, a corto plazo, se avecina en el mercado hostelero. Como adelantó 2Playbook y ha confirmado este diario, LaLiga ha comprado a Dazn el negocio de bares por unos 150 millones de euros para explotar la Fórmula 1, MotoGP y la Premier League, entre otras competiciones, junto a los derechos de LaLiga. A partir de ahí, se abre una doble vía: por un lado, la de revender el producto a terceros operadores (Movistar, Vodafone, Orange...) en forma de varios canales para que lo incluyan en sus paquetes comerciales; por otro, la comercialización directa con los establecimientos hosteleros como OTT (plataforma de emisión de contenido a través de internet, en forma de app), al margen de las telecos.

Esta segunda opción es la estrategia que LaLiga maneja en el largo plazo para la venta de todos sus derechos de televisión, incluyendo el lote estrella, el de los partidos de Primera División. El ideal de Tebas es dejar de depender de las telecos para la comercialización de su producto, vendiendo de manera directa al consumidor final. En buena medida, porque en los despachos de la calle Torrelaguna entienden que la estrategia de Telefónica de vender el fútbol en paquetes con internet, móvil y otros servicios penaliza a los clubes, porque limita el número de usuarios que económicamente pueden acceder al fútbol. Si el fútbol se vendiera por separado, sostienen, sería más barato y por tanto más personas podrían suscribirse.

Pruebas piloto

Pensando en ese futuro, LaLiga ya está haciendo trabajo previo. Desde hace unos años, cuenta con LaLiga Sports TV, una OTT que emite competiciones deportivas como la Liga Asobal de balonmano, la Liga Nacional de fútbol sala o la LEB Oro, segunda competición del baloncesto español. Un banco de pruebas en el que desarrollar y pulir la tecnología necesaria para, en el futuro, poder satisfacer las necesidades de un producto con una demanda mucho mayor a la de las competiciones que emite hasta ahora.

Fuera de España, LaLiga también ha comenzado a explorar la comercialización autónoma e independiente. En abril, el equipo de Tebas lanzó LaLiga Pass en Indonesia y Tailandia, una app de suscripción directa para los usuarios de esos países, a imagen de lo que viene haciendo la NBA desde hace años.

Un eventual movimiento de LaLiga para lanzar su propia plataforma, en cualquier caso, que no está exento de obstáculos. Los operadores de plataformas de TV de pago que ya tienen experiencia en el negocio advierten de las dificultades comerciales y tecnológicas de poner en marcha una OTT en un segmento tan particular como el fútbol televisado. 

“Explotar directamente los derechos del fútbol suena bien. Parece muy atractivo. Pero es enormemente complejo”, advierte un directivo del sector de las telecomunicaciones. “Es muy difícil explotar comercialmente un producto como el fútbol por separado, sin formar parte de un paquete con otros contenidos televisivos (series, cine, otros deportes…) u otros servicios (telefonía, internet…). Es muy complicado buscar clientes solo de fútbol y conseguir colocarles el producto a un precio suficiente para que sea rentable”.

"Nunca va a pasar"

Desde el sector de las telecos se da por hecho que la explotación directa de los derechos por parte de LaLiga es un proyecto que nunca fructificará, porque implicaría que los clubes de fútbol asumirían todo el riesgo sin compartirlo con otros operadores como ahora y se jugarían a una baza prácticamente el 90% de sus ingresos. “¿LaLiga está dispuesta a jugarse ingresos de 1.000 millones de euros anuales vendiendo directamente al cliente final? ¿Va a conseguir clientes suficientes para conseguir ese volumen de ingresos? ¿A qué precio? ¿Alguien va a pagar solo por el fútbol 40 euros al mes? ¿Conseguirían los clubes clientes suficientes para rentabilizar el negocio si se cobra 10 euros al mes? Nunca va a pasar”, indican fuentes del negocio de las telecomunicaciones. 

En paralelo, desde una de las grandes plataformas de TV señalan las complicaciones técnicas de explotar el fútbol televisado mediante un operador sin red de telecomunicaciones propia. “Hoy por hoy, si no tienes un control directo de la red se hace más difícil gestionar el tráfico para garantizar una calidad perfecta de emisión y también hay problemas de latencia”. Unos problemas que, no obstante, se da por hecho que se solventarán en los próximos años con el despliegue de la nueva generación de comunicaciones 5G.

Porque este horizonte se plantea, como pronto, para 2027, cuando terminará el acuerdo recién sellado con Telefónica y Dazn para la explotación de los derechos de Primera División. Entonces, LaLiga lanzará una nueva subasta en la que, si todo va como prevén, presentarán una oferta con una empresa participada por los propios clubes. Ahí deberían ganar (las pujas son mediante sobres cerrados entregados en el CSD) a terceros operadores que pudieran estar interesados.