La primera gran final del Roland Garros 2022, el partido de cuartos entre Novak Djokovic y Rafael Nadal, han alborotado los despachos de la organización del torneo antes de confirmar que el partido se jugara en la última jornada nocturna de este martes, no antes de las 20.45 horas.

Nadal ya mostró su desacuerdo en tener que volver a jugar un partido de noche y Carlos Alcaraz comentó ante la posibilidad de que volviera a hacerlo por tercera vez, en su cuarto de final ante Alexander Zverev, que le parecería "injusto".

El 13 veces campeón de Roland Garros no quería jugar en unas condiciones que no favorecen para nada su juego y que, además, serán un inconveniente más para su complicado momento físico y su maltrecho pie. "Conozco Roland Garros de día, así he jugado el torneo casi siempre. No me gustaría disputar el último partido de noche", recalcó para avisar y presionar a la organización. Djokovic tampoco era muy partidario de jugar de noche, al menos públicamente. Pero el tenista serbio sabe que si juega bajo los focos de la Philippe Chatrier sus opciones también serán mejores ante Nadal.

Batalla entre televisiones

A los deseos de los jugadores de no jugar en unas condiciones de la pista y la climatología diferente del día a la noche -el partido de Alcaraz contra Khachanov se disputó a una temperatura de 10 grados centígrados-, se añadió la batalla por la retransmisión de las televisiones por ofrecer el estelar duelo entre Djokovic y Nadal.

Los derechos en exclusiva de la jornada nocturna de Roland Garros los tiene desde 2019 Amazon Prime que paga 15 millones de euros anuales. Por su parte France TV, que tiene los derechos de retransmisión del torneo para el país y lo ofrece en abierto en sus cadenas, argumentaba para conseguir que el partido entre Nadal y Djokovic fuese programado en la jornada diurna de este martes el deseo de ofrecer a la audiencia francesa los mejores partidos del torneo.

Las audiencias de hasta 3,5 millones de espectadores en algunos de los partidos de esta edición eran el argumento que defendía la televisión pública, que jugaba con la visibilidad que eso, también, supone para los patrocinadores de Roland Garros. NBC, que tiene los derechos para Estados Unidos del Grand Slam parisino, también insistía que el partido, por la diferencia horaria, se jugara de noche.

A la postre ha sido el torneo el que ha tomado la decisión, posiblemente la más importante de Amelie Mauresmo, la exjugadora y directora del torneo desde este año. En la decisión final ha pesado sobremanera que Amazon se ha comprometido a dar en abierto el partido en Francia.