El concurso para la adjudicación de los derechos de emisión de LaLiga para establecimientos de hostelería se ha cerrado este jueves sin que ningún operador haya pujado por ellos. Ni Mediapro, ni Movistar, ni Vodafone, ni Orange, ni Dazn... Nadie ha presentado una oferta para hacerse con el llamado lote HORECA para las próximas cinco temporadas.

La solución de la institución que preside Javier Tebas será la "comercialización en régimen de no exclusiva" de los derechos por parte de LaLiga. Es decir, "se comercializarán los contenidos audiovisuales en igualdad de condiciones a todos los operadores interesados, teniendo en cuenta, entre otros parámetros, el número de usuarios del operador interesado, su política de promoción, distribución y de multidispositivos y la seguridad de las redes", según recogen las bases del concurso.

Era, en fin, una posibilidad ya prevista de antemano, que no esconde el pinchazo que supone una vía de negocio que ha perdido su pujanza tras la pandemia. Antes de ella, LaLiga preveía un crecimiento importante que finalmente no se dará, al menos de manera inminente.

Optimismo en LaLiga

Porque Tebas ve la parte positiva de que el concurso haya quedado desierto: "LaLiga confía en que esta nueva modalidad de comercialización maximice el alcance de su producto, generando una mayor competencia en el mercado y que facilite, en última instancia, llegar a más establecimientos públicos, con una oferta más competitiva que les permita acceder a la competición".

En su nota oficial, LaLiga estima que podrá alcanzar un "ingreso medio neto" de 120 millones de euros por cada una de las cinco próximas temporadas, una cifra que señala como superior a la obtenida en la última adjudicación, realizada en 2018.

En 2018, Mediapro se hizo con el paquete de bares y con los resúmenes en abierto por tres temporadas (2019/20, 2020/21 y 2021/22) por un montante total de unos 480 millones de euros, de los que se estima que 460 correspondían al llamado lote HORECA. Unos 150 millones brutos por curso que posteriormente la productora de Roures rentabilizó mediante acuerdos con Movistar, Vodafone y Orange.

En enero de 2020, Mediapro explicó que el número de establecimientos abonados a LaLiga era de 50.000 y que la previsión era alcanzar los 85.000 durante la última temporada del contrato, que es la que finaliza este fin de semana. A medio plazo, el objetivo era alcanzar los 100.000 bares abonados en toda España.

La pandemia, sin embargo, frustró esos planes de crecimiento, con los que también contaba LaLiga de cara al actual concurso. Mediapro incluso renegoció su acuerdo, debido a los cierres tanto temporales como definitivos de muchos negocios de hostelería como consecuencia de las restricciones sanitarias por el Covid-19.

Actuación policial

Este mismo jueves, precisamente, se ha conocido una operación de la Policía Nacional contra 166 establecimientos de distintas ciudades españolas (Sevilla, Málaga, Córdoba, Zaragoza, Valladolid, Murcia, Palma de Mallorca, Gijón, Madrid, Vigo, Las Palmas, Bilbao y Barcelona) implicados en la emisión fraudulenta de partidos de fútbol de LaLiga y la Champions.

Se estima que el perjuicio económico ocasionado a los titulares del contenido multimedia distribuido ilegalmente asciende a más de un millón de euros, según informa Efe.

A los titulares de los establecimientos comerciales investigados, se les imputa un delito contra la propiedad intelectual como presuntos responsables de distribuir el contenido audiovisual de manera fraudulenta, ya que a través de decodificadores o micro controladores accedían de manera ilícita a contenido protegido emitido por canales codificados.

Con esto obtenían un beneficio económico fraudulento ya que ofrecían la posibilidad de ver eventos deportivos, únicamente emitidos a través de canales codificados que les hacía poseedores de un servicio extra que otros establecimientos no ofrecían.