Solo los penaltis fueron capaces de decidir una final ultraequilibrada entre el Glasgow Rangers y el Eintracht alemán. Al final, el punto fatídico entregó el título de la Europa League a los alemanes. Aribo adelantó en el minuto 58 al Rangers y ponía al fútbol escocés en inmejorable posición para lograr un título continental 39 años después. Sin embargo, la presión del Eintracht igualaba la final a falta de 20 minutos con un tanto de Borré que devolvió la esperanza al conjunto alemán, si bien, no hubo más alternancia y el partido se fue primero a la prórroga y luego a los penaltis, donde también el colombiano Borré marcó el definitivo.