El Kaleido Universidade de Vigo inicia este domingo su asalto a División de Honor Plata. La Única es su adversario en la primera eliminatoria, a doble partido; si la supera, le aguardará el ganador del Oviedo-Ferrol. No calculaban en el club vigués un intento tan inmediato de recuperar la categoría a la que renunciaron en 2020. Pesaron entonces los compromisos laborales y familiares, en el marasmo de la pandemia, de una plantilla madura. Una nueva generación ha irrumpido en el vestuario desde entonces, refrescando la mezcla. Para la chavalada, que solo ha competido en Liga Autonómica, será su primera aventura. Una experiencia iniciática. Una excursión de sueños. Aunque la ilusión se contagia entre edades. El entrenador, Chema Fernández, jugador legendario, capitán en el ascenso a máxima categoría de 2011, con el hombro destrozado en el Valle de las Cañas; atiborrado de recuerdos y cicatrices, asegura: “Voy con la misma ilusión que ellos”.

El Kaleido dominó con mano de hierro la Liga Gallega: quince victorias en quince partidos. La Única, aunque escuadra pamplonica, hizo lo propio en la Liga Vasca: dieciocho victorias en dieciocho partidos. Ambos quedaron exentos en la primera ronda de la fase común. Mientras, Oviedo superaba a León y Ferrol, a Salamanca. La Federación Española acogió este martes el sorteo de semifinales. Oviedo-Ferrol y La Única-Kaleido Universidade de Vigo son los emparejamientos a ida y vuelta. Los que se impongan pelearán por la plaza de ascenso directo. El derrotado se enfrentará a un equipo de Honor Plata en la repesca. Es la vía establecida, pero que puede ampliar su cuota en un efecto arrastre desde la élite. El rugby español está pendiente de la posible sanción al Alcobendas por la falsificación del pasaporte del sudafricano Van den Berg, cuya alineación con la selección ha supuesto su exclusión del Mundial. “Es un rollo convulso. No se sabe”, comenta Chema Fernández. “Nosotros nos centramos en esta eliminatoria. Es una más de la que contábamos”, advierte.

Al entrenador vigués le ha agradado el dictamen del bombo. Antes de jugar la final gallega, Chema organizó un amistoso contra el Oviedo. Pudo comprobar su potencial. Y aunque el Kaleido se impuso después 45-17 al Ferrol, los departamentales se han reforzado. Ellos y los ovetenses disponen de siete fichajes foráneos. “Suerte tuvimos que nos tocó La Única. Es muy buen equipo, pero se adecúa mucho más a nuestro nivel. Es un partido que podemos disputar”, aventura.

Ha examinado ya vídeos de los navarros. Distingue en su análisis “un equipo bastante joven, bastante grande en delantera, bastante móvil. Es como el perfil de la Liga Gallega, con equipos potentes físicamente y ordenados. Este mucho más ordenado y más físico. Es el tuerto en el país de los ciegos, como nosotros”.

En todo caso, y por la similitud entre proyectos, elogia la política a la que se ciñe La Única. “Lo bueno es que es un club que hace mucha formación, mucha promoción de cantera. Cuando pretendes ascender y tienes una base muy grande de jugadores de la casa, a lo mejor puedes traer uno o dos que marquen la diferencia. Fichar a muchos es pan para hoy y hambre para mañana”.

El Kaleido ejercerá como local en Ourense. El campo de As Lagoas no se homologó esta temporada –no era necesario en Autonómica y suponía un gasto para la universidad de alrededor de 30.000 euros–. Antes está el encuentro en la cancha de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). Será este domingo a las 11.30 horas. La expedición viguesa saldrá el sábado a las 8.00 y estima llegar a Pamplona a las 16.30. Chema ha solicitado el campo de la UPNA para realizar un ligero entrenamiento. “Lo pedí para estirar piernas. Mis jugadores jóvenes no tienen la memoria deportiva de meterse ocho horas de viaje. Yo sí la tengo de llegar tieso como una vela. Si no te mueves, al día siguiente sigues tieso. Practicaremos un par de jugadas y al hotel”.

El desplazamiento supone un sacrificio para los veteranos, con problemas por horarios de trabajo. “Nos afecta mucho con los entrados en edad. Para los estudiantes, al revés. Es genial. Para ellos será un premio, como para todos, y una nueva experiencia”, destaca Chema. “Esta gente no ha vivido un viaje tan largo en autobús con todo lo que conlleva: películas, juegos, historias, paradas, bocadillos… Pasearemos por Pamplona un ratito y a dormir. Acumulas impresiones”.

A la mañana siguiente tocará competir: “Son 160 minutos. En rugby no hay amistosos ni partidos fáciles. Vamos paso a paso. Empezamos con estos 80 a todo lo que nos dé el cuerpo, sin guardar nada para la vuelta porque igual en la vuelta no estás. Y a disfrutar, que es nuestro objetivo este año. Y si suena la flauta y estamos ahí arriba, habrá que empezar a estructurar muy rápido una nueva temporada”.