Julio Bernárdez (Vigo, 11-12-1958) jugó en Salesianos, Obradoiro y Porriño. Entrenó a Obradoiro, Bosco, Porriño, Celta, Amfiv y selección gallega. Licenciado en Geografía e Historia, es especialista en Gestión de Organizaciones y Servicios Deportivos por la Universidad Politécnica de Madrid. Ha trabajado como técnico de Deportes en el Concello de Porriño durante 33 años. Y ahora aspira a presidir la Federación Gallega de Baloncesto a partir de diciembre.

–¿Por qué decide presentarse en este momento?

–Desde hace bastante tiempo personas allegadas a mí, del mundo del baloncesto, me están animando a ello. En otras ocasiones entendí que no era el momento vital. Este sí lo es, a un año de mi jubilación. El alcalde de Porriño y el concejal de Deportes me han dado todo su apoyo. Poseo más experiencia. Puedo aportar muchas cosas al mundo del baloncesto por mi pasado. He sido de todo. Mi componente profesional, en la administración y en la gestión deportiva, puede ser beneficioso. Quiero devolver todo lo que el baloncesto me ha dado.

–Ha comunicado su decisión al actual presidente, Francisco Martín Micó. ¿Qué palpó en la reunión?

–Creo firmemente en las formas. En vez de andar con rumores, estas elecciones merecen un proceso serio y hablar con los órganos de poder. Le he manifestado mi intención. Francisco Martín, además de ser un magnífico presidente, es un amigo entrañable. Me recibió de manera muy cálida y cordial. Le he pedido información sobre los tiempos y la casuística.

–¿Cuál es su diagnóstico del baloncesto gallego?

–Aún tengo que escuchar a mucha gente. Pero la vida pública de la federación es tranquila, sin sobresaltos. Respeto todo lo que ha hecho el equipo actual. La situación que precedía a Paco Martín era muy preocupante. Él, que había sido un empresario modélico, ha hecho una gestión impresionante en el tema económico. Tendrá partidarios y detractores, como debe ser. No todo el mundo puede pensar igual. Pero la federación en estos momentos necesita más reformas que revoluciones. Yo siempre trato de poner mi impronta personal a las actividades que gestiono.

–¿En qué líneas entiende que puede aportar mejoras?

–La federación debe acercarse de manera directa a los clubes y estar profundamente intervenida por todos los agentes que lo componen: clubes, entrenadores, árbitros, oficiales, trabajadores… La federación debe ser lo que desee la gente que la disfruta. Me planteo reformas en el modelo competitivo, adecuándolo a las posibilidades económicas. Muchos equipos pasan dificultades a la hora de consolidar sus presupuestos. Me preocupa el estatus laboral de los entrenadores, que son fundamentales, y dignificarlos. He conocido a grandes entrenadores de grandes equipos de grandes ligas que llegaban al final de sus vidas profesionales con cotizaciones irrisorias. En el Concello de Porriño hemos conseguido grandes resultados en este aspecto. Me preocupan las cuestiones sociales. La federación debe ser un ente lo más humano posible, solidario con las inquietudes del momento. Me preocupa la visibilidad del colectivo LGTBi, la violencia, la posible existencia de droga o dopaje cerca del deporte. En eso tenemos que ser contundentes. El objetivo número uno del deporte es la socialización y el cuidado de las personas que lo practican. Importa la condición física y mental. La gente que juega debe ser feliz. Tenemos que llegar a un entorno muy seguro y confortable. Buscaremos apoyos en las instituciones públicas y privadas para que ninguna persona deje de jugar a baloncesto por motivos económicos. Conozco de primera mano casos de jugadores jóvenes que renuncian a una competición oficial. Y por mi amigo Vicente Sanchís me preocupa la dignificación y el respeto al colectivo arbitral. También necesitan un respaldo económico. La gente que adopta compromisos y responsabilidades debe tener una retribución justa. Y nos volcaremos en las nuevas tecnologías, automatizando procesos.

–¿Encontrará los recursos necesarios para sostener este plan?

–Ya he hecho mis primeros contactos con empresas del sector privado para plantear mi proyecto. La federación y el baloncesto gallego son armas muy potentes a nivel publicitario. Y el mundo empresarial está plagado de exjugadores de baloncesto, con una sensibilidad especial hacia el deporte.

–Moncho Lago, Tonecho Lorenzo y José Cobelo son los primeros nombres de su candidatura. ¿Qué perfil busca?

–He hecho muchos más ofrecimientos pero respeto los tiempos. Las personas deben evaluar las responsabilidades que van a aceptar. No son precisamente floreros, sino de prestigio. Saben que mi propuesta supone una implicación importante. De momento hay una persona de Ferrol, una de Santiago y una de Vigo. Quiero articular la federación geográficamente de forma coherente y equitativa. Todas las zonas de nuestra tierra deben estar perfectamente representadas por gente de valía. He iniciado movimientos en Lugo, A Coruña, Ourense… Estoy convencido de que todos me dirán que sí. También quiero integrar a mujeres en la junta directiva. Mi primera opción era Icía Alcalde, pero su incorporación al PBB lo hace imposible por ahora.

–¿Espera enfrentarse en el proceso electoral al actual presidente y a otros candidatos?

–Respetaré los tiempos que marque Paco Martín. Ha hecho una labor encomiable. Respetaría profundamente que él quisiese seguir. He escuchado rumores de otras personas que también quieren optar y alguna se ha puesto en contacto conmigo diciendo que me he adelantado a ellos. Mi vicepresidente, Moncho Lago, un hombre de empresa a nivel internacional, que es implacable en eso, me impone como norma que hay que tener en cuenta a la competencia, pero sin perder un minuto en pensar quién puede o no, quién dará el paso… Nosotros tenemos un programa y un equipo muy definidos, con ideas claras y concretas que someteremos a la consideración democrática de los electores. Estamos ilusionados con la victoria. Respetaremos las urnas y si gana otro equipo, la primera llamada para felicitarlos y ponernos a su disposición será la nuestra.