Han pasado ya unas horas desde que se anunció la bomba que podría cambiar los planes de muchos pilotos y, sobre todo, del Mundial de MotoGP. El anuncio, todavía no confirmado por la firma de Hamamatsu (Japón) de que Suzuki abandonará la competición en cuanto concluya la actual temporada, dejando sin trabajo a un montón de técnicos, mecánicos y también a dos de los más jóvenes y mejores pilotos de la parrilla de la categoría reina como son el mallorquín Joan Mir, campeón del mundo en el 2020 con la moto azul, y el catalán Àlex Rins.

La sorpresa ha sido absoluta en el paddock y en el mundo de las carreras, ya que nadie del Mundial, ni siquiera los máximos responsables del equipo azul, como el nuevo team manager, el italiano Livio Suppo, sabían ni intuían que algo así se iba a producir en las próximas semanas. Es más, sabido es que tanto el máximo responsable japonés de la escudería, el japonés Shinichi Sahara, como el propio Suppo anunciaron a Mir y Rins que pensaban renovarles sus contratos. Sahara se lo comentó a los pilotos en el primer test de pretemporada y Suppo se lo repitió en el GP de Catar, que abrió el Mundial.

La situación ha provocado, incluso, la indignación en la compañía Dorna Sports, organizadora del Mundial, y en la propia Federación Internacional de Motociclismo (FIM). Suzuki, como el resto de fabricantes y escuderías, acababa de renovar su compromiso con el campeonato hasta el año 2026. Todo parece indicar que deberá pagar una alta multa por abandonar, si es que se confirma la noticia, el Mundial antes de hora. Ante el mutismo de Suzuki y la posibilidad, cierta, de que la compañía japonesa abandone el Mundial, “Dorna Sports se ha puesto en contacto oficialmente con la fábrica para recordarles que las condiciones de su contrato para competir en MotoGP no les permiten tomar esta decisión de forma unilateral”, según el comunicado de la compañía.

“Sin embargo” sigue la nota, “si Suzuki se marcha tras un acuerdo entre ambas partes, Dorna decidirá el número ideal de pilotos y equipos que compiten en la categoría de MotoGP a partir de 2023”. Y, en ese sentido, “Dorna continúa recibiendo altos niveles de interés tanto de fábricas oficiales como de equipos independientes que buscan unirse a la parrilla de MotoGP, ya que nuestro deporte continúa siendo un ejemplo mundial de competencia reñida, innovación y entretenimiento, llegando a cientos de millones de fans en todo el mundo”.

La organización del Mundial ya ha recibido varias peticiones de escuderías que podrían estar interesadas en ocupar la plaza. La que más interés ha mostrado ha sido el equipo Leopard Racing, diversas veces campeón del mundo de Moto3 y uno de los conjuntos mejor organizados, con mejor imagen del paddock mundialista y deportivamente hablando en manos de Christian Lunberg, considerado uno de los mejores ingenieros del Mundial.