El representante de futbolistas neerlandés Mino Raiola, agente de jugadores como Haaland, Ibrahimovic o Pogba, falleció este sábado en Milán a los 54 años tras una larga enfermedad. “Con infinito dolor anunciamos el fallecimiento de Mino, el agente más extraordinario que haya existido. Mino luchó con todas sus fuerzas hasta el último momento, tal como lo hizo para defender a los jugadores. Y una vez más nos hizo sentir orgullosos de él”, señaló su familia en un comunicado publicado en las redes sociales del malogrado agente.

La vida de Raiola tiene el aire de una epopeya. Su carrera empezó de cero como hijo de inmigrantes italianos en los Países Bajos pero, más tarde, se coronaría como el superagente del fútbol. El neerlandés fue uno de los representantes de futbolistas más poderosos del planeta, conocido por su tenaz dote negociadora y por haber cerrado algunos de los contratos más sonados de los últimos tiempos.

La carrera del empresario empezó prácticamente desde cero. En la década de los sesenta muchas familias italianas emigraban y la suya hizo lo propio cuando él era un niño para asentarse en Países Bajos, en Haarlem, donde creció. Allí su padre, un mecánico napolitano, abrió un restaurante de comida italiana al que puso de nombre “Napoli” y donde Raiola empezó a trabajar con solo 11 años, sirviendo platos de pasta y pizza.

Con tan solo 20 años, Raiola fundó su empresa de intermediación, “Intermezzo”, enviando jugadores holandeses en su país natal. Sus primeras operaciones fueron el pase de Dennis Bergkamp del Ajax al Inter de Milán en 1992 o el fichaje de Bryan Roy por el Foggia.

Luego pilotaría la llegada en julio de 1996 al Lazio del centrocampista checo Pavel Nedved, procedente del Sparta Praga. Enseguida llegarían muchos otros contratos y la puesta en marcha de una maquinaria que le haría millonario.

Su notoriedad se consagró con el fichaje de los futbolistas más famosos del mundo. Por ejemplo, hizo que Zlatan Ibrahimovic lograra un contrato por encima de los 10 millones de euros en 2006 con el Inter y, tres años después, favoreció su desembarco en el Barça.

Bajo su protección acabarían otros grandes nombres como Mario Balotelli, a quien en agosto de 2010 llevó del Inter de Milán al Manchester City y en agosto de 2014 al Liverpool. O el francés Paul Pogba, para quien cerró en 2012 una operación récord para el “calcio” italiano, su traspaso al Juventus desde el Manchester United por 105 millones de euros, llevándose la friolera de 27 millones de euros por su mediación.

Otros de sus representados fueron el actual portero del Paris Saint-Germain, Gianluigi Donnarumma; el delantero belga del Chelsea, Romelu Lukaku, o la joven estrella del Borussia Dortmund, Erling Haaland, el objetivo más codiciado por los grandes clubes europeos.