–Este premio corresponde a 2021. Clausura, de algún modo, un año extraordinario en su carrera.

–La verdad es que fue un año espectacular. Yo siempre presumo de que he desarrollado aquí toda mi carrera deportiva, mi entrenador es de Vigo, estoy siempre aquí, entreno en instalaciones municipales… Recibir un premio en mi ciudad siempre es especial. El cariño en estos meses ha sido impresionante. Fueron unos Juegos raros, sin público, pero sentí muy de cerca a la gente de aquí. Es una motivación para ir a por más cosas.

–Es su tercer premio en la gala. Y recordaba usted cuando empezó a venir, siendo joven.

–Quizá de los tres, este es el más especial. Todos los deportistas queremos estar un día en un podio de los Juegos. Aunque sean los mismos rivales que en un Mundial, los Juegos son especiales. Han pasado muchos años desde que empecé a venir a esta gala o a la de VIDE, con las ayudas al deporte de base… También es especial compartir este premio con Nico, que también es de Vigo, empezó en un club de aquí y estudió en la Universidad de Santiago. Siento que somos dos personas que han luchado mucho por lograr esa medalla olímpica.

–Los deportistas son modelos. Pero usted también se ha convertido en un referente social por la inclusividad y su labor como profesional de la Medicina. Es una responsabilidad y una carga.

–A veces es difícil porque tenemos un tiempo limitado para hacer las cosas. El calendario de entrenamientos y competiciones es exigente. Pero es una responsabilidad de las bonitas. Invertir y mostrar deporte es invertir y mostrar educación y salud. Que niños de la ciudad me reconozcan en la calle, la piscina o el vestuario; que vean que en su ciudad hay muchas personas que empezaron en las escuelas municipales y han ganado medallas en los Juegos supone un estímulo para soñar con cosas grandes.

–El deporte también supone un movimiento perpetuo. Debe desengancharse de 2021 para afrontar un ciclo olímpico particular, de solo tres años.

–Va a ser un ciclo muy distinto. De Río a Tokio pasaron cinco años. Aunque no nos diésemos cuenta en el día a día, generaron mucho desgaste durante la pandemia. Sigue dando coletazos. En dos semanas viajamos a Japón, que sigue cerrado y el papeleo es una locura. Pero estar en el podio de los Juegos, aunque requiere también de un proceso de asimilación, te da motivación para tirar tres años más. Volveré a intentar estar allí y para luchar por todo. Ya viví la experiencia de ir a los Juegos de Río y ser un poco conformista. Si quiero ir a París es para ir a por todas. Ya estamos con eso en la cabeza.