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El rey de la música

La historia de Spotify, el gigante musical que patrocinará al Barça

La plataforma, en plena protesta de varios artistas, ha transformado el consumo mundial de música en línea y ha disparado sus beneficios durante la pandemia

El fundador de Spotify, Daniel Ek.

A partir de este verano el FC Barcelona incluirá un nuevo color en su tradicional esquema azulgrana: el verde de Spotify. El club catalán ha comunicado este martes un acuerdo con la compañía sueca de servicios multimedia por una cantidad que no se ha precisado pero que podría rondar los 200 millones de euros. Con ello, la plataforma obtiene un espacio de visibilidad para reforzar una reputación de marca que, a pesar de estar en horas bajas, la han convertido en el mayor gigante mundial de música a la carta.

El 7 de octubre de 2008, hace casi 13 años, Spotify empezó a colonizar el mercado europeo. Dos años antes, el prolífico emprendedor sueco Daniel Ek y Martin Lorentzon dieron con una idea para recoger el testigo de la pionera estadounidense Napster –que en 1999 inventó un software para que los usuarios pudiesen intercambiar canciones en MP3— y popularizar el consumo de música en ‘streaming’. Aunque ahora escuchamos música y podcasts a todas horas, hace dos décadas eso era impensable. Spotify ha sido una piedra clave en esa transformación de la industria musical.

Spotify es actualmente la mayor empresa que ofrece música a la carta, un mercado que domina, pero no de forma absoluta como sí hacen Google o Facebook. Así, la plataforma cerró el 2021 con hasta 406 millones de usuarios mensuales activos en todo el mundo y 180 millones de suscriptores de pago, lo que le permite copar el 31% de un sector en el que la siguen Apple Music (15%), Amazon Music y Tencent Music (ambas un 13%).

Los años de pandemia han sido provechosos para el negocio de Spotify. El año pasado sus cifras de consumo se dispararon un 19% y sus beneficios lo hicieron un 22,7% hasta presentar unas ganancias de 9.670 millones de euros. Sin embargo, en 2019 tenía un 34% de las suscripciones mundiales, tres puntos más que en la actualidad.

Un negocio con problemas

Sin embargo, el camino de Spotify es menos idílico de lo que parece. El modelo empresarial de Spotify alterna una versión gratuita con otra de pago, lo que se conoce como ‘freemium’. En la primera el usuario tiene un acceso limitado a la plataforma y a su biblioteca musical y no puede esquivar la publicidad; en la segunda hay vía libre para escuchar todo lo que quieras sin interrupciones. La opción de pago representa el 85% de sus ingresos y las tarifas dependen de cada país.

Durante años, la plataforma ha arrastrado números rojos debido a la dificultad para compensar con suscripciones a su servicio el pago de los derechos musicales a artistas grandes discográficas. Y es que, después de Ek y Lorentzon, las empresas con más acciones de la compañía son las multinacionales musicales Universal Sony. Así, no fue hasta el cuarto trimestre de 2018, una década después de salir al mercado, que obtuvo beneficios por primera vez en su historia. Desde entonces ha ido encadenando subidas y bajadas y no se prevé que su negocio sea rentable de una forma estable hasta este mismo año. Aun así, su capitalización bursátil asciende a unos 28.425 millones de euros.

A pesar de esos problemas, su internacionalización no ha frenado y ya está disponible en 180 países, con Europa y Norteamérica siendo sus principales mercados. La biblioteca musical de Spotify alberga todo un universo de sinfonías y melodías y cuenta actualmente con 70 millones de canciones y 2,9 millones de podcasts, una apuesta que empezó a reforzar en 2019. Hasta la fecha, su popularidad ha sido tan abrumadora que ha terminado arrastrando a artistas y bandas que, como Taylor Swift o Radiohead, habían renegado de la plataforma por su modelo de bajos pagos.

En plena polémica

Patrocinar la camiseta de un club de alcance mundial como el Barça siempre estará sujeto al escrutinio. Tras terminar su acuerdo con UNICEF, el club catalán fue criticado por prestar su espacio entre rayas blaugranas a Qatar Foundation, primero, y a Qatar Airways después. Con el fin del contrato con la japonesa Rakuten, que expira el 30 de junio, han sonado con fuerza las plataformas de criptomonedas Binance y Crypto.com, un sector que inquieta a muchos.

Spotify es una compañía muy conocida, pero también acumula críticas. Primero por ser una de las plataformas musicales que peor paga a los artistas por la reproducción de sus canciones y por su poca transparencia. Y hace pocos días le estalló una nueva polémica, esta vez por el ultimátum de artistas encabezados por Neil Young para que se retire el podcast del humorista Joe Rogan, de lejos el más escuchado de la plataforma, en el que se debate con todo tipo de personajes, también escépticos y críticos con las vacunas.

Otros patrocinios deportivos

Patrocinar el Camp Nou y la camiseta del Barça es la mayor apuesta futbolística de Spotify, pero no la única. En 2019 cerró varios acuerdos con gigantes del fútbol latinoamericano, como el argentino Boca Juniors o los brasileños Sao Paulo y Santos, para que esos clubes contaran con un perfil oficial en la plataforma y listas para recopilar las canciones que suenan en sus estadios y que gustan a sus jugadores.

El pasado abril, Ek mostró interés en comprar su club favorito, el Arsenal, y recibió el apoyo de leyendas ‘gunners’ como Thierry Henry o Patrick Vieira. Sin embargo, sus propietarios rechazaron las ofertas lanzadas por el fundador de Spotify. La plataforma también ha apostado por los deportes electrónicos cerrando un acuerdo con Riot Games para patrocinar los torneos del popular videojuego League of Legends.

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