fútbol - Copa de la Liga Inglesa

Kepa, elegido para la gloria, vive un drama en Wembley

Tuchel lo introduce en la tanda de penaltis, no paró ninguno y falló el decisivo

Tuchel intenta saludar a Kepa. |  // DAVID KLEIN

Tuchel intenta saludar a Kepa. | // DAVID KLEIN / Manuel Sánchez Gómez

Manuel Sánchez Gómez

Tras cuatro goles anulados, uno de los mejores 0-0 de los últimos años, una prórroga y una tanda de penaltis con 22 lanzamientos, el Liverpool fue el último gladiador en pie en Wembley y levantó su novena Copa de la Liga tras fallar Kepa el último penalti de la tanda.

Otra vez Wembley fue escenario de desgracias para Kepa Arrizabalaga, que aquí protagonizó uno de los peores momentos de su carrera en 2019, cuando se negó a ser sustituido en la final de este torneo, que también perdió en la prórroga. El fútbol fue injusto con el español, que salió para disputar la tanda de penaltis y tras 21 lanzamientos, falló él el definitivo dando al Liverpool su primera copa desde 2012.

El partido fue uno de los mejores 0-0 que se recuerdan. Eléctrico, con muchas alternativas y, sobre todo, con demasiadas ocasiones falladas. Los dos equipos veían atónitos cómo, pese a los innumerables intentos, eran incapaces de desnivelar el marcador durante 120 minutos.

La final en Londres tuvo de todo, varios goles anulados y acciones importantes de ambos porteros. Mendy, parando de dos en dos, evitó los goles de Mané, mientras que los ‘blues’ tuvieron sus ocasiones en fuertes salidas a la contra con Havertz y Mount. Matip logró romper la igualada en el inicio de la segunda parte, pero lo anuló un fuera de juego de Van Dijk que solo el VAR pudo ver. El meta campeón de África se tuvo que hacer grande pero en la prórroga fue el Chelsea quien vio anularse dos goles, de Havertz y Lukaku, por fuera de juego bien vistos por el juez de línea.

Mendy había realizado una final de escándalo para el Chelsea, pero Thomas Tuchel optó una vez más por meter al español en el último minuto de la prórroga. Hasta ahí llegó de manera milagrosa el 0-0.

Kepa, que esta temporada había dado la victoria al Chelsea en tres tandas de penaltis, una en la Supercopa de Europa y dos en esta competición, debía ser el héroe y fue el villano.

Kepa entró para dar la razón a las estadísticas de Tuchel de que para más penales pero la tanda fue perfecta, nadie falló, ni el meta ‘red’ Kelleher. El portero español mandó su penalti, el número 22 de la tanda, a las nubes y el Liverpool ganó su novena Copa de la Liga, por las ocho de un City que había ganado las cuatro anteriores.

Tracking Pixel Contents