Las Guerreras se quedaron sin podio. La selección española perdió ayer la batalla por el bronce en el Mundial de balonmano contra una Dinamarca que no dio opción. El bloque del debutante José Ignacio Prades se despidió sin medalla de su Mundial, pero con unas semifinales muy meritorias para un equipo en reconstrucción.

Después de la plata lograda en el Mundial de 2019, la cuarta plaza puede parecer un paso atrás. Cerrar el torneo, hasta el viernes inmaculado para las Guerreras, con dos derrotas fue un chasco para la selección y para la afición congregada en el Palau d’Esports de Granollers. Pero esta medalla de chocolate debe leerse como la consolidación de la selección entre la élite incluso estando en pleno relevo generacional.

“Pensándolo en frío, es increíble haber llegado aquí con los equipos que hay”, reflexionaba Mireya González triste porque un grupo en cuyo vestuario “hay feeling” se quede sin metal en casa. “Pero hay cuerda para rato. Muchas jugadoras acaban de llegar a la selección, algunas con menos de 25 años, y esto les va a dar experiencia para próximos campeonatos. Las Guerreras siempre vamos a estar guerreando y dando batalla a los grandes equipos”.

La ilusión por el bronce se esfumó pronto. Si el viernes España resistió el envite de la todopoderosa Noruega hasta el descanso, Dinamarca se le atragantó antes a las Guerreras. Las escandinavas pisaron el acelerador mediada la primera mitad (del 10-10 al 14-10) y se fueron al descanso con tres goles de ventaja (13-16).

La falta de efectividad de España, frenada por una gran Toft bajo palos (elegida MVP del partido), siguió tras el descanso. Cinco minutos tardó Shandy Barbosa en mover el electrónico español, y la distancia fue creciendo gracias a la eficacia de Burgaard, autora de siete tantos sin fallo, cinco en la segunda mitad.

“Independientemente del resultado y de la última sensación, hay que estar muy contento de haber llegado a semifinales. No hay que mirar los dos últimos resultados, sino que mirar todo el trayecto durante todo el campeonato” dijo José Ignacio Prades tras el partido.

No obstante, no ocultó su tremenda desilusión por haber perdido la oportunidad de colgarse una medalla en su primer gran campeonato como seleccionador. “Es un día para estar tristes”, añadió. El seleccionador nacional acabó su comparecencia mostrando sus felicitaciones a sus jugadoras. “Quiero felicitar públicamente a mis jugadoras, han hecho un campeonato buenísimo y lo han dejado todo en la pista.”, indicó el técnico del Mecalia.