Javier Tebas contestaba con una rotundidad que impactaba a quien le preguntaba en los últimos meses por la subasta de los derechos de televisión para los próximos cinco años. El presidente de LaLiga estaba más que convencido de que la puja alcanzaría los cerca de mil millones de euros por temporada pagados por Telefónica por el ciclo 2018-21 o que, como mal menor, se quedaría muy cerca de esa cifra redonda. A su alrededor, el resto de agentes del sector implicados negaban la mayor con idéntica rotundidad: el bajón iba a ser muy importante, desnudando así una presunta devaluación del fútbol español.

Llegados al momento de la verdad, quien tenía razón era Tebas. Abiertos los sobres con las ofertas, LaLiga ha conseguido vender sus derechos de televisión por una cifra récord de 4.950 millones de euros. La gran novedad del concurso que abarca desde la temporada 2022-23 hasta la 2026-27 es que, por primera vez desde que en 2015 se instauró la comercialización conjunta, dos operadores se repartirán los partidos de LaLiga: Telefónica y Dazn.

Cada uno de los dos operadores emitirá cinco partidos por jornada, a excepciones de tres de ellas, que se verán únicamente en Movistar+. Al margen de estas tres jornadas, cada operadora consigue un paquete idéntico al de la otra en cuanto a capacidad de seleccionar partidos: una jornada dará un partido del Barça y otro el del Madrid y cada uno de los clásicos se verá en una plataforma. Seguirá habiendo un partido en abierto por jornada, cuya adjudicación está prevista para finales de invierno.

Pero Telefónica sólo podrá seguir explotando los derechos del fútbol si consigue una autorización especial de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Telefónica aún arrastra restricciones y obligaciones derivadas a la compra de Canal Plus en 2015. La CNMC entonces le impuso condiciones en el ámbito de la televisión de pago para evitar que aprovechara su clara posición de dominio tras la absorción de su rival.

Entre las restricciones, la operadora no puede explotar contenidos audiovisuales deportivos de terceros (en este caso LaLiga) más allá de un plazo máximo de tres años. Pero la asociación de los clubes de fútbol en esta ocasión modificó las condiciones de la subasta para permitir en esta ocasión ofertas por tres, cuatro o cinco años, lo que daba ventaja a sus rivales.

Desde la CNMC se subraya que para ampliar el número de años que puede comercializar Telefónica los derechos de LaLiga el regulador deberá emitir una “resolución específica” dando el visto bueno a la prolongación. Telefónica confirma que pedirá ese permiso extraordinario y confía en obtener el visto bueno a poder explotar los derechos de TV durante las próximas cinco temporadas.