Reparto de puntos sobre el tapete del Salvador Otero tras noventa minutos de un fútbol trepidante entre el Céltiga y el Pontevedra B. Ya los primeros minutos fueron una clara muestra de lo que sería el partido con un gol para cada equipo.

Empezaron los de A Illa con menos tensión. El balón era de los filiales granates, pero el gol cayó del lado de los de Edu Charlín cuando Gregorio sacó provecho de una indecisión defensiva para adelantar a los suyos. Ni siquiera el 1-0 alteró a los de Luismi Areda que siguieron su plan de partido con el ritmo de juego como aliado.

Pronto llegó el empate. Fue en una falta directa que materializó Fabio al colarse su balón por el medio de la barrera sorprendiendo a Sergio. Ya antes había avisado Antón Guisande con un balón que desvió el palo. Con el 1-1, el juego fue un intercambio de golpes en cuando a posesión, pero con escasa presencia en las áreas.

Cuando parecía todo más controlado una acción individual de Gregorio se convirtió en el 2-1 al conectar una perfecta volea desde 30 metros que sorprendió a un ligeramente adelantado Iván Comesaña.

Volvieron del vestuario los pontevedreses con un claro propósito de darle la vuelta al marcador. Los primeros 25 minutos fueron un auténtico monólogo, pero sin remates francos hasta que Antón Guisande hizo el empate al rematar una acción a balón parado.

Edu Charlín reforzó la línea medular con los cambios y el Céltiga dio un claro paso al frente con el contraataque como mejor arma. Gregorio dispuso de hasta tres ocasiones claras para recuperar la delantera e incluso Iván Comesaña se lució a un disparo de Nico. El pitido final dejó la sensación al Céltiga de haber merecido más, sobre todo tras su buen tramo definitivo.