Un gol en los estertores del partido firmado por Manu Barreiro, que fue suplente por unas molestias de tobillo, sirvió al Lugo para infligir otro golpe (1-0) al Girona en este tramo inicial de la temporada que ha llevado al conjunto catalán a las posiciones de descenso.

El delantero, un fijo en los onces de Rubén Albés, que vio el partido desde la grada por sanción, rompió la igualdad del encuentro de la única manera que parecía posible por lo visto en los 85 minutos anteriores, en una jugada a balón parado, que da aire a los lucenses y que ahoga a los gerundenses.

Los nervios por el mal inicio del curso atenazaron en el primer tiempo a un Girona muy comedido y replegado, un teórico candidato al ascenso que llegó a Lugo en descenso.