El Sevilla salvó un punto en el campo del Wolfsburgo al empatar 1-1 en la segunda cita de su grupo en la Liga de Campeones, gracias a un penalti convertido por el croata Ivan Rakitic a tres minutos del final, en un partido que controló, aunque se le complicó con un gol en contra al inicio del segundo tiempo.

Los sevillistas, que también igualaron a uno en el estreno en casa ante el Salzburgo austriaco –ahora líder del grupo tras ganar 2-1 al Lille–, llevaron el peso de un encuentro con pocas ocasiones claras de gol, sobre todo en la primera mitad, aunque en la reanudación se vieron sorprendidos por un intenso equipo alemán con un gol tras una indecisión en defensa, un contratiempo que sólo atenuó al marcar de penalti casi al final.

El Sevilla nunca perdió la fe y siguió empujando hasta que a cinco minutos del final un centro lo despejó el francés Guilavogui, pero en su acción le dio con la plancha a Lamela. Tras verla repetida en el monitor, el árbitro señaló el penalti que transformó Rakitic en el empate.