Iván Raña se retira. “Profesionalmente”, matiza el ordense. Seguirá compitiendo en las pruebas más diversas. Buscará otros retos y aventuras. Lo hará explorando sus límites, pero ya sin presión por el frío resultado. El triatlón ha dejado de ser un oficio para él. Se va con el Campeonato del Mundo de 2002, conquistado en Cancún, y con tres participaciones olímpicas, incluyendo dos diplomas, como resultados más llamativos. Con un currículo brillante, pero que podría parecer ensombrecido por las glorias posteriores de Javier Gómez Noya y Mario Mola. Sucede lo contrario. Todas las gestas del triatlón gallego y español se elevan sobre los hombros de Raña; el Atlas que sostiene un mundo que no existía antes de él.

El coruñés ha hecho el anuncio más relevante de su carrera, pues es la clausura de páginas históricas, renunciando a cualquier grandilocuencia. Lo ha declarado sin elevar la voz, sereno y sonriente, con ese punto de timidez que le caracteriza, en una entrevista con Gomar Marchena para el portal Triatletas en Red. Se habían reunido en Olot, una pista significativa para Raña. En el inicio de la conversación realiza el anuncio que Marchena ha anticipado en la presentación: “Dejo el triatlón a nivel profesional. Es un hasta luego. Lo dejo como deportista profesional. Me dedicaré a hacer carreras que me llamen la atención, que pueden ser de mountain bike o maratones de montaña”. Y casi acto seguido, como recobrando la consciencia plena de sus actos, se sorprende incluso de la facilidad con que ha pronunciado las palabras que cierran casi 30 años de dedicación y más de dos décadas en la élite: “Pensé que sería un paso más difícil, la verdad”.

El coruñés ha hecho el anuncio más relevante de su carrera, pues es la clausura de páginas históricas, renunciando a cualquier grandilocuencia

Raña tiene el cuerpo afilado, con su habitual sequedad. Mantiene la forma y la elegancia que exhibía en el agua, pedaleando en bicicleta y galopando sobre el asfalto. En esa intención de seguir participando en modalidades exigentes, colaborando en entrenamientos y aceptando invitaciones ya confirma que no se retira por desgaste del cuerpo; ese cuerpo que O Bruxo Torrado siempre ha mantenido a punto. “Me encanta estar bien, me encanta machacarme, pero quiero abrir la mirada a otras cosas a las que tenía que decir que no. El punto de inflexión es que el entrenamiento me gusta mucho, estaba bien, pero los resultados ya no eran para mí lo primordial”, explica. “Buscar el resultado es bonito de joven, cuando lo peleas”.

“Me encanta estar bien, me encanta machacarme, pero quiero abrir la mirada a otras cosas a las que tenía que decir que no"

Así que huye de cualquier dramatismo en este giro de gozne de su existencia: “Es de manera natural. En la vida del deportista a veces fuerzas, pero en mi caso quiero hacer otras cosas en mi vida, otras carreras que me motivan. No es nada malo. Siento que es el momento”. Añade: “Me apetece ver más mundo”.

Quizá puede contemplarse en la distancia: aquel adolescente de Ordes a quien sus padres apoyaron en la locura de dedicarse a un deporte prácticamente desconocido en España. César Varela lo apadrinó como entrenador en una trayectoria que no solo impacta por pionero, sino en su consistencia: oro mundial en 2002, plata en 2003 y 2004; oros europeos en 2002 y 2003, plata en 2001; 5º en Sidney 2000, 23º en Atenas 2004, 5º en Pekín 2008. Luego, fuera ya del triatlón olímpico, prolongó su magisterio en el Ironman. Aún tuvo tiempo de militar en el Xacobeo de ciclismo en 2009 y de haberse cumplido el gusto de pilotar en rallies.

Y con todo, su grandeza no se contiene en sí mismo. Se prolonga en todos los que se reconocen como sus hijos. “Me ha llegado mucho cariño, no me puedo quejar”, confiesa Raña. Gómez Noya, el primogénito, le escribe: “Hoy se retira del triatlón profesional el señor Iván Raña. Ha sido una inspiración para muchas generaciones de triatletas tanto en España como en el resto del mundo, entre los que me incluyo. Gracias, Iván, por los buenos tiempos, las batallas y por abrir el camino. Felicidades por una carrera impresionante”.