El Atlético reinició su persecución de la Liga de Campeones con un empate escaso (0-0), frustrado y reducido siempre por la granítica estructura del conjunto portugués y al filo de la derrota en dos momentos claves, salvado por el poste y por el VAR. El palo repelió lo que nadie habría más hubiera podido frenar en el comienzo de la segunda parte, con un centro-chut de Otavio, y la revisión del vídeo, ya en el 80, evidenció algo a lo que, a simple vista, no había atendido prácticamente nadie –sólo Giménez– cuando Taremi culminó con la mano el regalo de Lodi. Gol invalidado.

Griezmann fue pitado, tanto cuando se gritó su nombre por la megafonía como cuando apareció en la segunda mitad.