Él mismo lo reconoce a diario. Una cosa es él, su físico, su recuperación total, y otra, muy distinta, pero complementaria, el difícil momento que está atravesando Honda. De la misma manera que una cosa es tratar de brillar, de sacar la cabeza, en cada gran premio, como intenta hacer Marc Márquez y sus compañeros de marca, y otra, también muy distinta, aconsejar a los ingenieros de I+D, del departamento de competición de Japón (HRC), el camino a seguir para que la futura moto sea competitiva.

Y es que Márquez, que insiste en que él no trabaja para que Honda haga una moto que solo pueda conducirla él “sino que sea fácil de pilotar por todos”, vive ahora en la contradicción de cerrar su rehabilitación, recuperar su físico, ayudar a Honda en la toma de decisiones de cara a 2022, intentar no equivocarse y, a la vez, tratar de que la firma alada consiga alguna otra victoria (solo tiene la suya de Alemania) y más podios.

En el circuito de Motorland (Aragón), uno de sus trazados favoritos, MM93 lideró casi las dos sesiones hasta que, al final de la segunda, todos habían puestos neumáticos nuevos y blandos y le arrebataron ese liderato, aunque Márquez ya había demostrado que estaba feliz, en casa, y buscando su segunda victoria del curso.

En su carrera (casi) desesperada por volver a ser el que fue, Márquez sufrió su caída nº 17 en 11 grandes premios, lo que es una auténtica barbaridad (Bagnaia, líder de Ducati, se ha caído tres veces en 13 carreras). Y, de nuevo, a Márquez le ocurrió lo que le pasa habitualmente: en su mente no está cayéndose, controla la moto, pero acaba en el suelo. “Doohan, que también tuvo una lesión seria, grave y larga, me dijo que la desesperación en la recuperación se produce por falta de tiempo, correr más de lo que puedes, y porque no le encuentras explicación a caídas que, antes de la lesión, no se producían”.

Y, repito, a todo ello, se suma la necesidad de ser el abanderado en la evolución, el dibujo, diseño y fabricación de la próxima Honda. “Yo no acabo de estar fino, fino y por eso hacemos tantas pruebas, con los chasis y demás, porque no me quiero equivocar a la hora de dar consejos a los ingenieros japoneses, de decir esto sí, esto no”.

Preguntado por qué moto buscan, Marc Márquez repitió lo mismo de siempre, de cada año, de cada temporada, de cada Mundial. “Buscamos lo que busca todo el mundo. Una moto potente, que corra, con un gran motor, que entregue la potencia dócilmente pero tenga velocidad punta, que sea fácil de pilotar, que se apoye en el tren delantero, característica siempre de Honda, que tenga agarre, que no consuma las ruedas, que gire fácil…Vamos, ya veis, una moto completita, nada sencilla de hacer. Porque, no nos engañemos, una cosa es la carta a los Reyes Magos y otra la realidad. Hay que tener paciencia”, concluyó el 8 veces campeón mundial.

Francesco Bagnaia saldrá primero en la carrera de hoy. Por detrás del italiano de Ducati concluyeron su propio compañero de equipo, el australiano Jack Miller y el francés Fabio Quartararo, con Marc Márquez en la cuarta posición, por delante de Jorge Martín y Aleix Espargaró y ya con Joan Mir (Suzuki GSX RR), Pol Espargaró (Repsol Honda RC 213 V) y Enea Bastianini en la siguiente línea.