Toda la fe que existía en las dos selecciones de waterpolo que acudían a Tokio se ha demostrado más que justificada. El equipo masculino superó ayer a EEUU (8-12) y se abrió paso a las semifinales y a la pelea por las medallas igual que hizo la selección femenina 24 horas antes.

Nunca hasta ahora habían conseguido superar juntas el cruce de cuartos, lo que demuestra que el waterpolo en España vive un momento de esplendor. Para los chicos, vigentes subcampeones del mundo y de Europa, supone todo un hito. Hacía 21 años que no traspasaban esa frontera. Desde Sídney 2000, donde aún competía una leyenda del deporte español como Manel Estiarte.

Para las guerreras de Miki Oca, también subcampeonas del mundo y campeonas de Europa, el precedente es mucho más cercano. En Río cayeron en cuartos, pero en Londres 2012, donde se estrenó el waterpolo femenino, se colgaron contra pronóstico la medalla de plata. Ahora las dos quieres más.

El equipo masculino se jugará el pase a la final mañana ante Serbia mientras Hungría será el rival hoy de las chicas (12.50 horas).

“Ahora ya podemos soñar. Hay que darle mucho valor a lo que hemos hecho. Han pasado 21 años de las últimas semifinales olímpicas, algunos de nuestros jugadores no habían ni nacido”, valoró David Martín, un discurso compartido con uno de los referentes de la selección, el guardameta Dani López Pinedo quien, con un 60% de paradas frente a EEUU, tuvo un peso decisivo en la clasificación. “Hemos sufrido contra EEUU como no está escrito, pero hemos pasado la barrera de cuartos que era lo difícil y ahora vamos a soñar”, apuntó el veterano portero, de 41 años.