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atletismo

Julia Vaquero no caduca

Hoy se cumplen 25 años del récord de España que la guardesa estableció en Oslo en los 5.000 metros - Es la sexta plusmarca nacional más antigua

Vaquero, Szabo y Ribeiro, durante la carrera de Oslo. | // FDV

Se van sucediendo los 5 de julio y ahí permanece inalterable, en las tablas históricas, Julia Vaquero y ese récord de España de los 5.000 metros. Intocable para las generaciones de atletas que han venido tras ella y que en algún momento desus carreras soñaron con borrarla de ese cuadro de honor. Veinticinco años cumple hoy esa marca. Un cuarto de siglo ha pasado desde aquel 1996 en el que Julia Vaquero, en el mejor momento de su carrera deportiva, hizo las maletas y comenzó a asomarse a las reuniones de la Golden League, allí donde se repartían la fama, el dinero y las grandes marcas.

La guardesa, en una imagen reciente. | // ALBA VILLAR

Hacía tiempo que la guardesa se había instalado en la élite del atletismo, pero en el verano de 1996, como preparación para los Juegos de Atlanta, todo su talento explotó a lo grande. Venía de batir en Portugal el récord de España de los 10.000 metros cuando se presentó en Madrid para competir en los 5.000 metros de la Copa de Europa. Ese día fue el primero de los tres récords nacionales de la distancia que estableció de forma casi consecutiva. Los 15:41.49 de Madrid fueron mejorados de forma considerable unas semanas después en Roma. La capital italiana asistió a su estreno en la Golden League. Como a muchos atletas hasta ese momento a Julia le daba pereza salir a las grandes reuniones internacionales. Les faltaba seguramente un punto de atrevimiento y también de ayuda por parte de las estructuras del atletismo español. Pero a esas alturas de la película, con los récords de España de 3.000, 5.000 y 10.000 su presencia empezaba a reclamarse en las grandes reuniones. En Roma firmó una marca que la situaba ya de forma indiscutible entre las grandes del panorama internacional. Corrió los cinco kilómetros aquella tarde de comienzos de junio en 14:57.73 lo que suponía darle un mordisco al récord de España de casi 45 segundos. Una locura.

Pero lo mejor aún estaba por llegar. Un mes después se presentó en Oslo para participar en los Bislett Games, una reunión sagrada para los noruegos en una pista mágica que ha sido testigo de registros y victorias legendarias. Recientemente, rememorando estas historias, Julia confesaba que era evidente que en los mítines se iba muy deprisa y que no recordaba haber salido convencida de que el récord de España era la meta a conseguir. “El nivel era muy alto y en medio de aquella experiencia la única consigna era estar cerca de ellas”. “Ellas” eran la portuguesa Fernanda Ribeiro, que en aquel entonces tenía el récord mundial con 14:36.45 y la rumana Gabriela Szabo, atleta caracterizada por su peculiar zancada y por su final diabólico. Julia corrió como nunca mientras comenzaba a oscurecer en la capital noruega. Dio la cara de forma decidida ante aquellas formidables atletas y solo en los últimos ochocientos metros perdió el contacto con ellas. La portuguesa Ribeiro ganó con un tiempo de 14:41.07, un par de décimas menos que Szabo. Julia Vaquero llegó tercera con un crono de 14:44.95, récord de España y en aquel momento la sexta mejor marca mundial de todos los tiempos. Trece segundos le había vuelto a arañar al récord de España. Otra barbaridad.

En todo este tiempo Dolores Checaha sido la que más cerca ha estado de Julia Vaquero, pero nunca con la sensación de estar en condiciones de batir esa marca. Ni Marta Domínguez, cuando quiso ir a por ella, fue capaz de derribar la marca de la gallega. En el horizonto nadie parece en condiciones de discutirle ese récord.

Pero aquellos resultados condujeron a Julia Vaquero a una situación compleja y que no fue capaz de asimilar: la exigencia máxima en una gran competición. Ocurrió en los Juegos Olímpicos de Atlanta de ese mismo verano al que Julia llegaba como un misil: “Todo el mundo me señalaba como una de las grandes aspirantes a la medalla y no supe gestionar aquella presión. Llegué a la final y en ningún momento me sentí a gusto. Estaba muerta. Se me hizo muy grande todo, yo no tenía mentalidad suficiente para resistir aquella exigencia”, reconocía Julia acerca de lo sucedido. Sobre aquella final olímpica queda también la duda acerca del papel jugado por la portuguesa Ribeiro que supuestamente había acordado con la gallega que se alternarían en la cabeza para mantener un ritmo alto que dejase sin opciones a buena parte del grupo. La cuestión es que Julia Vaquero tiró de forma generosa durante ocho kilómetros y guió a Fernanda Ribeiro hacia el oro mientras ella caía a la novena posición.

Historias que quedan aparcadas en la memoria, en esas estadísticas de las que nadie es capaz de apartar a Julia. Solo hay en España seis récords de España más antiguos que el suyo. Su plusmarca es una de las tres que tiene el atletismo gallego. Ana Peleteiro en triple salto y Belén Toimil en lanzamiento de peso son sus compañeras en un retablo de honor en el que Julia Vaquero luce esplendorosa veinticinco años después.

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