“Me siento afortunada por el cariño que Vigo me ha mostrado”
–Deportista viguesa de la década y no era fácil, observando la lista de candidatas.
–Me siento superorgullosa. Quería aprovechar la oportunidad para dar la enhorabuena a los nominados. Una vez más el deporte me da alegrías. Este premio es un reconocimiento a todo mi esfuerzo y me siento muy feliz de recibir este premio en mi ciudad. Estar lejos de Vigo y de mi gente era lo que peor llevaba cuando era deportista. Siempre los he sentido cerca de alguna manera. Me siento afortunada, no solo por el palmarés o los premios, sino por el cariño que Vigo siempre me ha mostrado.
“Hay momentos y personas que se quedan contigo, que no caducan; este premio significa un montón”
–Decía usted en su discurso que siempre se ha sentido acompañada.
–Es verdad y es algo que no te pueden quitar. Alguien llegará e igualará o mejorará tu palmarés. Pero hay personas y momentos que se quedan contigo siempre, no caducan. Este premio significa un montón. Se lo quiero dedicar a los que me han apoyado pero también a los que no. Entre todos han conseguido que hoy esté aquí.
–Celebrar la gala es una señal de que la pandemia va concluyendo. Y usted la ha vivido como enfermera en primera fila.
–Ha sido un año complicadísimo. A nivel personal lo he pasado fatal, como todo el mundo. Tras la tormenta llega la calma. Estamos saliendo poco a poco de todo esto. La vacunación es importante. Espero que pronto podamos ver la luz. Ha sido un año muy duro para muchos sectores, entre ellos el deporte. Mi enhorabuena al esfuerzo y sacrificio de deportistas y clubes. Les doy ánimo y aliento.
–Se aproximan los Juegos y obviamente toca recordar el histórico bronce de Londres, que fija un antes y después en el balonmano femenino español. Con ustedes se inició la marca “guerreras”.
–Las jugadoras actuales son unas superguerras. De las cosas que más orgullosa me hacen sentir es haber contribuido con un granito de arena a hacer nuestro deporte más visible. Me siento orgullosa de todas las generaciones que vienen por detrás, pisando fuerte. Mucha gente dudó de estas jóvenes cuando tocó el cambio generacional. Nadie daba un duro por ellas. Siempre dije que había que apostar, que lo iban a hacer igual o mejor que nosotras. Lo están demostrando. Estoy convencida de que en Tokio les saldrá todo bien.
–El balonmano femenino de la comarca vive una época esplendorosa. Muchas niñas han seguido su camino.
–Me siento muy orgullosa del balonmano femenino gallego. El título liguero del Guardés fue muy importante. Y al Porriño le tengo un cariño especial. Fue el primer equipo que realmente confió en mí y me dio la oportunidad de jugar a nivel profesional. Es fundamental apostar por la base y ellos están haciendo un proyecto muy fuerte.
“He estado lejos de mi ciudad, pero siempre la he sentido muy cerca”
–No sé si el premio a la década le hace sentirse mayor. Pero supongo que le produce orgullo.
–Ante todo es un orgullo recibir este premio. Claro que me hace mayor. Los años pasan para todos, no solo para mí. Conseguir esto tiene una gran dificultad. También me hace poner los pies en el suelo y ver todo lo que he conseguido.
–Imposible acumular un palmarés como el suyo sin superar muchos obstáculos. Pero con usted el deporte no ha sido precisamente generoso, con varias lesiones graves de rodilla, por ejemplo. Nadie le ha regalado nada.
–Ni mucho menos. Regalos he tenido los justos y necesarios. Pero siempre digo que no cambiaría ninguna de las lesiones que he tenido. Me han hecho ser mejor, más exigente conmigo mismo. Me han hecho llegar a donde estoy y me han ayudado a valorar lo que tengo, las cosas positivas.
–Usted tuvo que irse muy joven a Santiago. Después ha escrito una carrera brillantísima en Madrid. Podía quedarle la duda de si en Vigo se acordaban de usted, ya que su ciudad no ha podido disfrutarlo en la élite. Pero sí lo hacían.
–He venido siempre que he podido a esta gala, desde que se me empezó a nominar, y he podido notar el reconocimiento y el cariño que siento desde Vigo. Ahora por las redes sociales es más fácil recibir ese cariño. Me siento muy acogido por la gente de Vigo pese a que me fui con 17 años. He estado lejos pero los he sentido muy cerca.
–Un año de sensaciones encontradas para usted: ha levantado tres trofeos como capitán del Inter, pero también pone final a una década prodigiosa una vez que la directiva ha decidido no renovarlo.
–Lo menos bueno es terminar mi trayectoria con el Movistar pero es deporte. Hay que aceptar todas las decisiones del club. Me lo tomo como un año en el que volveré a competir con otro equipo. Saldré de mi zona de confort y tendré nuevos objetivos. Lo afronto de la forma más positiva, como un reto muy importante. Lo más positivo han sido los éxitos. No ha sido una temporada de diez, necesitaríamos haber conseguido todos los títulos posibles, pero sí de nueve. He conseguido levantar tres títulos importantes como capitán. Y como colofón, recibo este premio a mejor deportista vigués de la década.
–Aún debe revelar su nuevo equipo (Pola mantiene el secreto por respeto al Movistar y calcula que en julio se realizará el anuncio oficial). Con él iniciará una nueva década. ¿Queda Pola para intentar ser también el deportista vigués de la próxima?
–Nunca digas nunca. Es cierto que cumplo 33 años, pero por qué no. Quiero seguir jugando unos años más, disfrutando y compitiendo al máximo nivel. Veremos qué nos depara el futuro.