El Rápido no necesitó estar pendientes de los demás resultados para saber si se metía en el play off de ascenso, ya que no consiguió hacer los deberes ante un Deportivo Fabril que se adelantó en el primer minuto de juego, y después se limitó a manejar su ventaja en el marcador.

Independientemente de lo mucho que estaba en juego, la realidad es que el Rápido mereció algo más que la derrota. El equipo vigués hizo, en líneas generales, un buen partido. Controló el centro del campo, dispuso de varias ocasiones e, incluso, estrelló un balón en el larguero.

El guión del partido saltó por los aires a los cuarenta segundos del juego. El Rápido quiso meterle presión al partido de salida, pero lo que no esperaban es que una pérdida en zona ofensiva propició una contra que Guedes no desperdició ante la salida de Álex Vila.

Eran minutos en los que el Deportivo Fabril apretaba mucho y bien, pero le faltaba profundidad en ataque y no conseguían poner en apuros a la defensa boucense.

Poco a poco el partido se fue inclinando del lado vigués, pero que no conseguía coordinar el último pase para crear peligro.

Tras el paso por el vestuario, el entrenador vigués, David de Dios, movió el banquillo reforzando el centro del campo para tener más presencia en ataque. Lo cierto es que lo consiguió, pero el cuadro herculino acumulaba muchos hombres dentro del área, con lo que imposibilitaba los tiros de los vigueses, que dominaban pero sin crear excesivo peligro. Al final, despedida con derrota, pero satisfacción por la salvación.