Carolina Marín no deja de sorprendernos dentro y fuera de las pistas de bádminton. Tras alzarse con su quinto título continental -una cifra solo igualad por el legendario Peter Gade- la española protagonizaba un curioso momento en el Campeonato de Europa.

Después de dedicarle el triunfo a su madre en este primer domingo de mayo, la onubense subía al podium de Kiev por delante de la danesa Line Christophersen. Para sorpresa de todos, la ceremonia de premiación cumplió con todos los protocolos COVID posibles y fue un dron el encargado de conceder la medalla a la flamante campeona.

El aparato, "tuneado" con una bandera española para la ocasión, apenas tardó unos segundos en entregar el preciado metal a Marín, quien lo recogió para colgárselo ella misma al cuello.

Este curioso método no tardó en generar comentarios en las redes sociales. Quien sabe si en los Juegos Olímpicos de este verano en Tokio veremos una escena similar.