La junta general extraordinaria del Deportivo, celebrada ayer de forma telemática por primera vez en la historia, aprobó los puntos previstos en el orden del día con un respaldo superior al 99,3% de apoyos en todas las votaciones efectuadas a lo largo de las cuatro horas que duró la asamblea, desarrollada en horario matinal. Estuvieron presentes o representados un 78,65% del total de títulos del club, entre ellos los de la propiedad, Abanca, que controla más del 75%.

Por lo tanto, hubo quorum suficiente para poder celebrar la asamblea en primera convocatoria, tal y como estaba previsto. Entre otras cuestiones se aprobaron las cuentas, con un patrimonio neto negativo de 73,4 millones de euros, y el presupuesto para la actual temporada, que contempla 11,94 millones de ingresos y 20,96 en gastos, es decir, unas pérdidas de nueve millones de euros que serán asumidas por Abanca para garantizar la continuidad de la actividad, tal y como expresaron tanto el presidente del Deportivo, Antonio Couceiro, como el consejero y director general, David Villasuso.

Vía telemática asistieron 108 accionistas y estuvieron representados otros 680, en total 788. Precisamente un desajuste inicial en el recuento de los asistentes, advertido por el notario, Víctor Peón, retrasó el inicio de la junta, en la que físicamente desde el estadio de Riazor solo participaron los cinco integrantes del consejo encabezado por Couceiro, más el nuevo secretario, Miguel Juane. Ambos fueron quienes tomaron la palabra para dirigirse a los accionistas, además del director general y consejero, David Villasuso, que recordó los 130 millones de euros de déficit patrimonial que tenía el Dépor cuando entró en concurso de acreedores, que se han reducido hasta los 73,4. También puntualizó que parte de los ingresos y gastos previstos para la pasada campaña se trasladarán a las cuentas del curso actual ya que el campeonato 2020-21 acabó el 7 de agosto, por lo tanto más allá del 30 de junio, que es cuando se cierran los ejercicios contables.

La enorme reducción de los ingresos por derechos de televisión, que bajaron un 20% en el curso 2019-20 con respecto al anterior, y del seguro de descenso —13,5 millones en la campaña 2018-19, 889.233 euros en la pasada y cero en la actual— han tenido un fuerte impacto en la tesorería del Deportivo, así como los efectos de la pandemia, que además de bajar los ingresos por abonos y taquillas obligaron a reducir en algunos casos las cantidades pactadas con patrocinadores.