En el campo que en diciembre evitó el Celta en la Copa (ganó 0-5, pero en el Tartiere), el Sárdoma le hizo un siete al equipo local pese a encontrarse con una canchareformada, pero de diminutas dimensiones (93x48), lo mínimo permitido. “Es el campo más pequeño donde he jugado o entrenado”, reconocía Ferreiro.