El Coruxo mató dos pájaros de un tiro en la tarde de ayer en el campo de O Vao. Los vigueses eran conscientes de la importancia de la victoria sobre el Oviedo B ya que les permitiría salir de los puestos de descenso; pero nadie pensaba en una victoria tan abultada, que poco menos que deja sentenciado el golaveraje con los asturianos en caso de un empate a puntos al final. Una victoria de cuatro puntos.

Empezó bien el equipo vigués, que en la primera jugada del partido disponía de una gran jugada que iniciaba Silva y que no finalizaba Aarón por muy poco. El delantero de Tomiño fue una pesadilla para la defensa asturiana. No fue tan solo que hubiera marcado dos goles, sino que jugó dentro y fuera del área, disparó en varias ocasiones obligando al Hórrero a intervenir con mucho acierto, y estrelló el balón en el palo, aprovechando Pedro Vázquez el regalo para marcar el tercero.

Pero a pesar de la goleada, fue un partido complicado. El Oviedo B sabía que tenía que presionar muy arriba para que los vigueses no pensaran y no estuvieran cómodos con el balón. Los problemas no tardaron en llegarle al cuadro vigués, pues a los nueve minutos tenía que hacer el primer cambio tras la lesión de Borja Yebra. Entró en su lugar Chevi, hombre por hombre, recuperando los vigueses la posesión en el centro del campo.

Sin embargo era una presión insulsa, pues el equipo tocaba y tocaba buscando un hueco por el que hacer daño, pero es que el Oviedo B estaba muy bien posicionado, acumulando muchos jugadores en el centro del campo, consiguiendo maniatar a los jugadores entrenados por Michel Alonso.

Ofensivamente el Oviedo B tampoco aportaba demasiado en ataque. Alberto no tenía demasiados problemas para atrapar los balones que llegaban a su área. El partido llegaba al final de su primera parte con el marcador sin moverse, pero la prolongación que aplicó el colegiado, el juego estuvo varios minutos parado por la lesión de dos jugadores, fue determinante. Silva aprovechó un barullo en el área para marcar y mandar al Coruxo al vestuario con ventaja en el marcador.

Alberto, portero del Coruxo, despeja el balón ante Armenteros. // R. GROBAS

Alberto, portero del Coruxo, despeja el balón ante Armenteros. // R. GROBAS

Como no podía ser de otra manera, el cuadro asturiano dio un paso al frente tras el paso por los vestuarios. Prada entró en lateral para tener el equipo mucho más recorrido por banda. El Coruxo, bien posicionado, le dejó el balón a los asturianos. Los vigueses esperaban una recuperación para marcar, y esta llegó a los diez minutos, con un potente disparo desde lejos de Silva que despejó Hórreo con muchos apuros a saque de esquina. El Coruxo sacó el córner y Chevi, llegando desde atrás, marcó el segundo para los vigueses.

A partir de ese momento el partido se rompió definitivamente. El Oviedo B buscaba un tanto que le permitiera meterse en el partido y llegar a los minutos finales con opciones, mientras que los vigueses buscaban una mayor ventaja pensando en un posible empate al final de la fase. Fue un periodo en donde comenzaron a llegar las ocasiones de un lado y del otro, pero quienes estuvieron más acertados fueron los jugadores entrenados por Michel. Primero fue Pedro Vázquez, que se aprovechó de una gran jugada de Silva, y en los instante finales, el propio Silva marcó el último tanto de la tarde.

“No contaba con un resultado como éste”

El entrenador del conjunto verde no pudo ocultar su satisfacción por la victoria y por el resultado en sala de prensa. “A priori”, apuntó, “no contaba con un resultado de esta manera, porque el rival que teníamos enfrente es un gran equipo, creo que de lo mejor que nos toca jugar del otro subgrupo. En esta liga todo es muy importante, y tener el golaveraje, que lo tenemos encaminado es una parte vital. Entramos muy bien al partido, pero sí que es cierto que todo el tramo de la lesión de Borja Yebra ahí estuvimos un tanto desajustados. Con el cambio y la entrada de Chevi creo que volvimos a estar como al principio. Ahora mismo subimos posiciones, estamos segundos y de lo que se trata en lo que queda es no caer de ahí. Esto es durísimo y sabemos lo que nos queda, pero de alguna manera, este partido era posiblemente el más importante de la temporada.” Sobre recuperar las sensaciones en O Vao, dijo que “posiblemente era más raro lo de antes que lo que pasó en el partido. Que el Coruxo esté así en O Vao es lo más habitual, un equipo dominador y que los rivales lo pasen mal”.