La Copa vive otra edición de su clásico

El Athletic Club-Barcelona, que hoy resolverán un nuevo título de la Copa del Rey en La Cartuja de Sevilla, supondrá otro duelo más en el torneo entre los dos clubes con más trofeos conquistados y los únicos a lo largo de la historia de la competición que han llegado a ser considerados ‘Rey de Copas’.

Si siempre había sido considerado así el equipo vasco, la racha azulgrana en las últimas décadas ha permitido al Barça ser ampliamente el primero de la competición (30 títulos frente a 23).

El cuadro catalán llega a la cita copera dispuesto a conseguir el primer título de la era Koeman, con el desenlace de LaLiga aún por decidir.

Los azulgranas aspiran a un doblete que, en primer lugar, pasa por vencer al Athletic, y vengar así la derrota que el cuadro bilbaíno les infligió en la final de la Supercopa de España (2-3), celebrada este enero en el mismo escenario.

Para la expedición a Sevilla, Koeman ha convocado a 26 futbolitas, incluidos el delantero Ansu Fati y el portero Norberto Murara, que viajan con el resto del equipo sin tener aún el alta médica de sus respectivas lesiones en el menisco y en el tobillo.

Por su parte, Philippe Coutinho, que también está lesionado, será el único jugador del primer equipo que no presenciará la final. El futbolista se desplazó hace dos semanas a Brasil para ser intervenido de un quiste meniscal en su rodilla izquierda.

De cara al partido, Koeman aún tiene dudas sobre el estado de Gerard Piqué. El central catalán volvió a entrenarse con el grupo la semana pasada después de lesionarse la rodilla derecha en la semifinal copera ante el Sevilla, disputada a principios de marzo.

Por su parte, el Athletic encara el partido todavía deprimido por la derrota en la final de hace dos semanas ante la Real Sociedad (0-1), el derbi vasco que debía determinar el campeón del curso anterior y que se atrasó a este por la pandemia y para jugarse con público. Algo que tampoco pudo ser.

No se ha recuperado aún del golpe sicológico un equipo que soñaba con un histórico e inédito triplete y al que, tras el varapalo recibido en un choque de rivalidad que acometió casi eufórico, parece que este curso con tres finales y al menos un título se le puede quedar en decepción.