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baloncesto

Miguel Méndez pone en juego su trono

Miguel Méndez dirige un partido con el Ekaterimburg en la última Euroliga femenina. // FDV

Miguel Méndez lleva desde 2018 sentado en el trono del baloncesto femenino europeo con su intratable Ekaterimburgo. Allí espera desafiante a quien quiera desalojarle del lugar al que se encaramó hace tres años cuando se impuso en Hungría al Sopron para descubrir cómo se ve el mundo desde lo más alto. Este fin de semana en Estambul el técnico vigués persigue su tercera corona consecutiva. Podría ser la cuarta, pero la edición de 2020 se quedó sin campeón. A diferencia de lo sucedido en otros deportes, que aplazaron el desenlace de buena parte de sus competiciones para después del verano, la FIBA dio las suyas por concluidas cuando se decretó la pandemia de Covid y el mundo se encerró en sus casas. Para siempre quedaron en blanco las casillas correspondientes a un año que jamás olvidaremos.

Este fin de semana el baloncesto femenino volverá a encumbrar a un equipo entre los cuatro que han conseguido llegar a la Final Four que se disputa en Estambul: UMMC Ekaterimburgo, Perfumerías Avenida de Salamanca, Sopron húngaro y el Fenerbahce turco. La resolución del torneo será una especie de homenaje a los entrenadores españoles ya que tres de los equipos están en manos en técnicos nacionales. No es la primera vez que sucede, pero no deja de ser llamativo. A Miguel Méndez en el Ekaterimburgo se añaden Roberto Iñiguez en el Perfumerías Avenida y Víctor Lapeña en el Fenerbahce. David Gaspar. entrenador húngaro del Sopron, completa la nómina de técnicos.

De todos ellos, ninguno carga con la presión del vigués. Por el hecho de ser el actual campeón y porque está al frente de la franquicia más selecta de Europa. Fiel a su costumbre, no se tapa y asume con normalidad la situación: “Sé que estoy en el puesto más envidiado y codiciado de mi deporte”. El conjunto ruso esta temporada vuelve a lucir una plantilla brillante. Además de la española Alba Torrens (uno de esos diamantes pulidos en el Celta vigués) se han añadido la estadounidense Breanna Stewart, MVP de la ultima final de la WNBA, o la belga Emma Meesseman. Pero hay mucho más para completar una plantilla que ha promediado casi noventa puntos por partido en la Euroliga y al que todo el mundo carga con el cartel de favorito. Hoy tendrán la primera prueba ante el Fenerbahce en la segunda semifinal.

Méndez habita en un planeta en el que la derrota no se contempla. Desde que llegó en invierno de 2018 solo se le han escapado los títulos que no pudieron disputarse por culpa de la pandemia y la final de la Copa de 2019. Todo lo demás cayó de su lado. Dos Euroligas, tres ligas rusas, una Copa rusa, dos Supercopas...una factoría de triunfos que han convertido a Miguel Méndez en uno de los entrenadores más laureados de la historia. El vigués vive todo el proceso con tranquilidad. “Sé dónde estoy y lo que se me exige. Es un regalo estar cada año en situación de ganar todos los títulos que disputas”. Modesto en sus planteamientos y en su forma de vivir, el técnico vigués celebra que en Estambul coincidan tres técnicos españoles al frente de los aspirantes al trono europeo y lanza un pequeño reproche: “Si sucediese en otro deporte o incluso en el baloncesto masculino es posible que abriésemos telediarios. Tenemos menos repercusión de lo que deberíamos, pero bueno.....da una idea y habla muy bien del buen trabajo que desde hace tiempo se está haciendo en España con el baloncesto femenino”. Y va más allá en su juicio: “Hay muchas cosas que se han hecho bien desde la formación hasta la élite. Por eso no es extraño que haya varias jugadoras con importancia en los equipos que se juegan la Euroliga y que esos equipos estén dirigidos por técnico españoles”.

Pero también quiere descargar responsabilidad y atención de quienes ocupan los banquillos en esta Final Four y puntualiza que “es importante, pero no podemos olvidar de esta película es más de actrices que de directores. Sobre todo en partidos de esta clase, en el que el peso de su actuación será decisiva. Nosotros estaremos preparados para aportar, para cambiar cosas...pero sobre todo dependerá de ellas”.

Solo hay una cosa que inquiera a Méndez y es que esta temporada, por el nivel del Ekaterimburgo han encontrado partidos demasiado “cómodos”: “Esa es la duda, saber cómo vamos a rendir cuando nos veamos en partidos apretados de un punto arriba o abajo, que nos obliguen a cambiar la forma de jugar. Esa es la gran incógnita, saber si en ese supuesto somos capaces de hacer el baloncesto que nos gusta practicar.

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