El camino hacia la salvación seguirá siendo largo y lleno de obstáculos. Esa es la dolorosa conclusión que el Frigoríficos del Morrazo pudo sacar ayer de su derrota ante el Liberbank Sinfín (31-25), uno de sus rivales directos en la lucha por eludir el descenso, en un encuentro deficiente de los hombres que dirige Nacho Moyano, que apenas dieron muestras de solidez en los diez minutos iniciales del segundo periodo. Los cangueses desperdiciaron una buena ocasión de poner tierra de por medio con respecto a los cuatro últimos puestos, y pierden el golaverage ante los santanderinos. Bastaron tres minutos para comprobar el diferente talante con el que uno y otro equipo entraron en el parqué de La Albericia y sobre esa diferencia que recortó en el segundo tiempo antes de sumirse en otra crisis.