Ya no hay margen de error para el Atlético de Madrid, cuyo liderato está en peligro, más presionado y con menos certezas que nunca en esta temporada, enfrentado hoy al Betis en el Benito Villamarín (21 horas) sin términos medios, entre la reacción que necesita para ser campeón o la caída desde la cima.

A falta de nueve jornadas para el fin de LaLiga, una secuencia prácticamente inalterable de victorias es la única garantía ya para el conjunto rojiblanco, que empieza un ‘nuevo’ campeonato; al menos uno distinto al que dominó con amplitud durante las últimas 17 citas, sin más discusión que la que promovían sus vaivenes recientes, que han reducido su ventaja a la nada.

No son nuevas sus fisuras defensivas ni tampoco su bajón ni siquiera la percepción de que ya no desbordaba ni era tan concluyente como en el primer trimestre del torneo. Están ahí desde hace tiempo, ocultas por la pegada de Luis Suárez y redescubiertas ahora por lo más visible de todo en el fútbol: los resultados.

Son 16 de 30 puntos nada más en las últimas diez jornadas, un 53 por ciento, con sólo cuatro victorias.