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La lacra del racismo

“No entiendo que te falten al respeto por el color de tu piel”

El fútbol gallego, ejemplo de integración

El supuesto insulto de Juan Cala hacia Mouctar Diakhaby ha reabierto el debate sobre el racismo en el fútbol, que como deporte profesional ha estado salpicado de graves episodios. Uno de los últimos ha llevado al banquillo de un juzgado a dos aficionados del Espanyol por insultar a Iñaki Williams, del Athletic Club. Futbolistas de equipos gallegos cuentan sus experiencias sobre una de las lacras de la sociedad.

La condescendencia en España con los episodios racistas en el fútbol contrasta con la dureza con que se combate en Inglaterra, por ejemplo. Allí sancionaron al portero español Kiko Casilla con ocho partidos sin jugar y casi 70.000 euros de multa por un presunto insulto a Jonathan Leko, jugador del Charlton, a pesar de que el portero del Leeds United negase los hechos. Los mayores problemas suelen surgir desde las gradas, aunque varios futbolistas profesionales se han visto relacionados con insultos que atentan contra la dignidad de las personas.

El fútbol reabre el debate sobre el racismo en el deporte tras la polémica por los supuestos insultos de Cala a Diakhaby, en el Cádiz-Valencia - El fútbol modesto tampoco es ajeno a problemas raciales, según apuntan futbolistas consultados que vivieron episodios racistas, pero en menor medida en Galicia

¿Qué sucede en el fútbol no profesional al respecto? Varios de los jugadores consultados por este diario aseguran haber sufrido directamente esa lacra en un campo de fútbol. Todos ellos coinciden en señalar la educación como la vía para solucionar los problemas raciales. La mayoría se abstiene de valorar el episodio del Cádiz-Valencia porque considera que no dispone de elementos suficientes.

El Valencia manifiesta su condena al racismo y su total apoyo a Diakhaby

El Valencia manifiesta su condena al racismo y su total apoyo a Diakhaby Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

“Lo que pasa en un insulto entre jugadores es la punta del iceberg del racismo”

Oumar Sidibé

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Oumar Sidibé, jugador del Arosa, tiene muy claro que cualquier aspecto relacionado con el racismo va mucho más allá de un insulto puntual. “Es algo grave, pero la solución está en la educación y en la concienciación”.

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El fútbol gallego, ejemplo de integración

En referencia al hecho entre Cala y Diakhaby, el burkinés sostiene que “en el campo suceden muchas cosas que lo único que buscan es descentrar al jugador. Hay que ponerlo todo en contexto. Lo que pasa en un insulto entre jugadores es la punta del iceberg del racismo, pero puede servir de lección ejemplarizante si se actúa con las sanciones adecuadas porque no se puede consentir”.

En su propia experiencia personal, el mediocentro arlequinado solo recuerda un momento complicado en cuando a discriminación por su color de piel. “Fue jugando con el Fabril un play-off en Andalucía. Me insultaron incluso antes y después del partido por simplemente ser como soy. En el fútbol gallego nunca me sentí menospreciado”, proclama.

“Esta temporada solo me han llamado mono, pero otras veces es peor”

Tafa Kanteh

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Tafa Kanteh, jugador del Ourense CF, que procede de Gambia, opina que “ya no hay tanto racismo como antes”, pero sí más de lo que parece. “De momento, esta temporada solo me han llamado mono, pero otras veces es peor”.

Preguntado sobre si mejora la situación sin público en las gradas debido a la pandemia, responde: “No me quiero meter en demasiadas profundidades. Me he acostumbrado a hacer oídos sordos, pero no necesariamente es el público. Sí es verdad que con ellos la situación es más heavy, pero yo he sido víctima del racismo no desde las gradas sino desde equipos contrarios”.

“Hay más racismo en el deporte que en el día a día. En la calle no me ha pasado nada”

Sylla

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Sin embargo, no coincide con Sylla, goleador senegalés del Arenteiro, en que muchas veces el árbitro no oye los comentarios. “Yo creo que sí los escuchan y al final pasan, es mucho más fácil así. Yo también procuro no escucharlo porque cuando estoy en el campo lo que quiero es ganar con mi equipo y no pelearme”, sentencia Kanteh.

“El racismo en el fútbol es una cosa que va a ser muy difícil de cambiar. Hay más en el deporte, en mi opinión, del que hay en el día a día. A mí en la calle nunca me ha pasado nada y, sin embargo, en el fútbol me han hecho comentarios de negro de m**, vete a tu p** país y mono, sobre todo cuando vas haciendo muy buen partido porque entonces el rival ve que no puede contigo y quiere desconectarte del juego mediante insultos”, explica Sylla. “Te calientas porque te duele y sabes que no puedes hacer nada porque entonces vas a recibir una tarjeta, pero alguna vez sí me he tenido que enfrentar a alguien, Ahora recurro a los árbitros y les digo: ¿Has escuchado lo que me han dicho? Y muchas veces no lo oyen porque están lejos, no están detrás de cada uno de los jugadores. Desde que estoy en el Arenteiro no me ha pasado ni una vez, pero me había pasado tanto en el Arosa como en el Ribadumia”, continúa explicando.

Antes de jugar en España, Sylla pasó por Francia y Polonia. “En Francia nunca he tenido ninguna situación así. En Polonia había más racismo que en España, lo que pasa es que no estaba tan claro: no entendía el polaco así que perdía la mitad de las cosas, pero cuando alguien te está insultando se nota, se nota en el ambiente”, reflexiona.

En Polonia, Sylla tuvo más de una mala experiencia, tanto en la calle como trasladándose en el autobús del equipo a pueblos pequeños. “En ese país debía de ser muy raro ver un negro, se quedaban mirándome y entonces yo los miraba a ellos y me pedían una foto. En vez de ponerse para sacar la foto me tocaban la piel. –¿Qué haces? Yo no quería montar un número ni ser maleducado, pero es una situación rara. Para mí, el fútbol es un deporte muy bonito, es una gran experiencia, y las personas que hacen este tipo de cosas solo son ignorantes que no entienden que da igual que esté un negro en un equipo en España que un blanco en un equipo de África. Lo importante es el deporte”, asevera.

“La gente no sabe quién eres y normalmente se suele equivocar”

Mougnini Guy

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A Tape Mougnini Guy-Stephane, los insultos racistas le sorprendieron durante su etapa en Georgia. “He vivido episodios racistas, pero no en España. Fue jugando en Georgia y allí la situación era un poco diferente de lo normal porque había mucha falta de respeto hacia los jugadores de color. Cuando jugabas te decían palabras que no eran normales, como mono. La gente también te insultaba desde la grada. En España, en cambio, nunca lo he vivido hasta el momento”, señala el costamarfileño que juega como centrocampista en el Porriño Industrial.

“Es complicado vivir ese tipo de situación. Es mejor no vivirlo porque es muy duro. Saber que la gente te falta al respeto por tu color de piel es algo que no entiendo”, sostiene Mougnini Guy, casado con una gallega y miembro de la Asociación Marfil, con la que colabora la Real Federación Gallega de Fútbol para enviar material deportivo a los niños necesitados del país africano.

“Las sanciones siempre las hubo, económicas o disciplinarias, por parte de los organismos internacionales del fútbol. Pero si continúa dándose el problema del racismo eso significa que es un problema educativo. La gente tiene que pensar que somos iguales y que estamos participando en un deporte que contribuye a la felicidad de la gente; es un juego, pero la gente se divierte mirando un partido de fútbol. La gente no sabe quién eres y normalmente se suele equivocar bastante”, señala Mou Guy.

Cuando ocurren polémicas como la del pasado fin de semana en el estadio Ramón de Carranza, el futbolista marfileño asegura sentirse arropado por su equipo. “Los compañeros suelen aportar una ayuda moral en estos casos para decirnos que están con nosotros. Aquí en general la gente tiene una cierta educación”, añade el futbolista marfileño.

“No sé cómo se puede solucionar el problema pero la educación es muy importante”

Joao Mendes

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Su compañero en el equipo porriñés Joao Mendes desconoce cómo afrontar el problema del racismo en el deporte. “No sé cómo se puede solucionar el problema, pero es muy importante la educación porque cuando llegas a un sitio te miran como si fueras alguien diferente o inferior. Me educaron en la igualdad. A esa persona que le estás llamando negro te puede salvar la vida mañana. Nunca se sabe lo que puede pasar”, proclama.

Mendes, originario de Guinea Bissau, que pasó por el Choco antes de firmar por el Porriño Industrial, considera que le falta información para pronunciarse sobre la polémica en el Cádiz-Valencia. No sabemos qué pasó entre Cala y Diakhaby, entonces no pudo opinar sobre el tema. Sabemos que hay cosas que pasan de esa manera, lo sabemos todos, pero no sabemos si esto es verdad o no. Si opino a favor de Diakhaby quizás piensen que lo hago porque soy negro, pero no opino porque no sé qué pasó realmente entre ellos”, afirma Mendes.

Este futbolistas niega haber sufrido ataques verbales racistas en el fútbol español, pero sí algunas diferencias hacia él: “En los partidos en España nunca he vivido eso, pero a veces sí noto diferencias con los árbitros y en la calle. Hay otras personas que te tratan como si fueras inferior”.

Su compatriota Sabinbi Nasali, nacido en Guinea Bisseu y que vivía en Chaves antes de emigrar al fútbol español, relata episodios racistas tanto como futbolistas como ciudadano, aunque admite que nunca ha tenido ese tipo de problemas desde que llegó a España hace seis meses para jugar en el Rápido de Bouzas. “Durante un entrenamiento en el Chaves, un compañero me insultó. Y un vecino donde yo vivía salía a la ventana y cuando yo pasaba decía: O preto (negro en portugués). Yo ya sé que soy preto y no necesito que nadie me lo diga. Ese tipo de comportamientos es muy duro para nosotros, nos cuesta mucho asumirlo. Duele mucho más que una patada, es muy complicado para nosotros afrontar este tipo de comportamientos”, recalca quien afirma sentirse muy cómodo en Galicia. “Desde que llegué a España nunca sufrí eso y por eso me gusta mucho jugar aquí. Creo que se puede acabar con el racismo en el fútbol. Es un problema de educación porque considero que somos todos iguales”, zanja Nasali.

En el Choco de Redondela también juega un futbolista de Guinea Bisseu, Iano Simón, quien recuerda que en Portugal tampoco hay sanciones ejemplares para los que utilizan insultos racistas y cuenta su propia experiencia: “Le pasó a un compañero, a quien un rival le dijo: negro vete para tu tierra. Allí no hay sanciones. Cuando eso ocurrió se paró un minuto el partido pero no sancionaron al que lo insultó. En Inglaterra, en cambio, sí hay sanciones en esos casos. El racismo es algo muy malo. Da igual ser negro o blanco, porque todos somos iguales. Espero que Cala no haya insultado a Diakhaby”, indica el jugador que en julio pasado firmó por el equipo redondelano y se siente muy cómodo en el fútbol gallego.

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