La Federación Gallega cuenta actualmente con siete judokas en puestos de clasificación olímpica, algunos de ellos con el billete para Tokio casi asegurado como Nikoloz Sherazadishvili, Alberto Gaitero o Fran Garrigós. Los siete han sido convocados para participar del 16 al 18 de abril en el Campeonato de Europa Absoluto, que se disputa en Lisboa. Es una cita de relevancia vital en su carrera olímpica.
“Fran, Niko, Gaitero y María están dentro y es muy difícil que salgan”, enumera Mario Muzas, presidente de la Federación Gallega de Judo. Muzas añade a María Bernabéu, que ocupa el puesto 17º del ranking olímpico de su peso (-70 kilos). El complejo sistema de calificación parece despejarle el camino. En caso de descender puesto en ese escalafón, iría gracias a la cuota continental, un criterio que le permitiría acudir en detrimento de Sara Álvarez, ahora 33ª en +78 kilos y que podría hacer uso de dicha plaza. Pero queda todavía una fase decisiva. Tras competir en el Europeo de Lisboa habrá nuevas citas: el Grand Slam en Kazan del 5 al 7 de mayo y el Mundial del 6 al 13 de junio, donde se cerrará el ránking olímpico.
Existen más candidatos a los Juegos de Tokio con licencia de la Federación Gallega, si bien con mayores obstáculos en el análisis previo. Laura Martínez y Estrella López tienen delante en el ránking a otras españolas. Pese a estar bien posicionadas en su carrera olímpica, tendrían que desbancar antes a Julia Figueroa y Ana Pérez Box en sus respectivos pesos.
Todo comenzará a aclararse de manera inmediata en Lisboa. “Este Europeo es muy importante, puntúa mucho”, admite Muzas, pensando sobre todo en los casos de Laura y Estrella. Si ellas puntúan y sus rivales principales, Figueroa y Pérez, no lo hacen, tendrían muchas opciones de seguir luchando por esa plaza para Tokio.
La mayoría se encuentra en el estado de forma adecuado para asaltar su sueño, según los resultados que han cosechado en los últimos eventos. En el reciente Gran Slam de Antalya (Turkía), los judokas de la Federación Gallega ya mostraron todo su potencial. Estrella López se colgó la plata en -52 kilos; Alberto Gaitero, también la plata en -66 kilos y María Bernabéu, el bronce en -70 kilos. Laura Martínez (-48), por su parte, firmó la quinta plaza en el Grand Slam de Tbilisi (Georgia), igual resultado que en el Grand Slam de Tashkent (Uzbekistán). Nikoloz Serazadishvili (-90) ganó la plata en febrero en el Grand Slam de Tel Aviv (Israel), donde reaparecía tras haber superado una lesión de tobillo. Allí Alberto Gaitero se colgó la medalla de oro en -66kg. y Estrella López consiguió la quinta plaza en -52kg.
Todas las miradas del mundillo nacional e internacional se centran en Nikoloz Sherazadishvili, en cómo se encuentra tras esa lesión y en la inmensidad del reto que está protagonizando. Tras finalizar los dos últimos años en el número uno del ránking mundial de todos los pesos, tiene como aliciente conquistar la triple corona: el oro en el Europeo, en el Mundial y en los Juegos, antes de cambiar de peso.
Muzas confía mucho en las opciones de estos judokas (de los que cuatro pertenencen al Famu) para sellar su billete a Tokio. Un gran logro para Galicia, que hasta ahora había tenido representación olímpica gracias a Victorino González en Seúl 88, Roberto Naveira en Atlanta 96 y más recientemente con María Bernabéu en Río 2016, donde logró el diploma.
Bernabéu compite con licencia gallega desde hace ocho años, recuerda Muzas. Llegó en 2013 tras el ciclo olímpico que culminó en Londres, donde no estuvo. Bajo el amparo de la bandera gallega ha logrado sus medallas internacionales y esa clasificación para Río. Ella abrió el camino a otros judokas cono Sherazadishvili o Garrigós (olímpico en Río), que llegaron en 2017.
“María se vino en 2013 y en 2015 lograba su primera medalla mundial”, se ufana Muzas. Algo similar a lo que le pasó al pupilo de Quino Ruiz, Sherazadishvili. Se vino en 2017 y en 2018 se proclamó campeón mundial. ¿Casualidad, suerte? Muzas prefiere achacarlo a la “tranquilidad” que estos judokas encuentran aquí. “Solo tienen que preocuparse de competir y entrenar”, subraya. “Además, se sienten queridos, arropados, están tranquilos. Hay un gran ambiente entre compañeros y entrenadores. Es un factor que también influye mucho”.
“Después de una competición yo siempre hablo con ellos, me intereso. La verdad es que hablo mucho más con lo que pierden que con los que ganan”, acota el presidente, que menciona como ejemplo cuando Bernabéu decidido hacer ficha por Galicia. En sus primeros campeonatos no ganó nada. “Mucha gente le decía que se había equivocado pero en 2015 se proclamó subcampeona del mundo, demostrando que había tomado la decisión correcta”.
“No se mueven por dinero”, insiste Muzas. “Es más, alguno incluso ha venido perdiendo dinero. Para recibir la beca tenían que estar dos años becados en Galicia y al cambiar la licencia perdían la que recibían en su comunidad, “explica. “Han preferido quedarse por el cariño y atención que reciben en Galicia”.
Dos vías de acceso a los Juegos
Como sucede en otros deportes, el sistema de calificación olímpico en el judo posee cierta complejidad. Una plaza le corresponde a Japón como país organizador. A través del ranking olímpico se otorgan otras 18 plazas en todas las categorías. La configuración de esa clasificación se inició el 25 de mayo de 2018 y hubiera terminado el 30 de junio de 2020, de no mediar la pandemia. En cualquier caso, el ranking se configura a través de dos temporadas. En la primera temporada los puntos obtenidos se dividen entre 2 (su valor final es del 50%). En la segunda temporada los puntos no se dividen (su valor final es del 100%). Los puntos de cada temporada recogen los seis mejores resultados, entre los que debe estar incluido Masters, Continental o ambos. Otra vía de acceso a los Juegos es el de las cuotas continentales. La cuota europea asigna 13 plazas en categoría masculina y 12 en categoría femenina para los deportistas no clasificados mediante el ranking que tengan mayor puntuación. Cada país puede optar solo a una de estas 25 plazas (un hombre o una mujer) y en aquellos pesos en los que no hayan obtenido plaza gracias los criterios anteriores.
