“Somos unos afortunados”, dice el piloto tudense Diego Vila, que junto a su copiloto Álex Sampayo tendrá la ocasión de volver a disfrutar de la Beca PXP20, que no pudo completar el pasado año a causa de la pandemia.

“Quedó pendiente entre comillas”, se lamenta Vila, que agradece el gesto de la Federación Gallega y de Pirelli de concederle una segunda oportunidad. “No veían justo que por culpa de la pandemia, de los 10 rallyes que estaban programados, solo pudiésemos hacer dos”, afirma. Así que “decidieron darle continuidad al proyecto que se había empezado y nos van a volver a echar una mano para que podamos volver a competir con un Clio N5 esta temporada”, festeja.

Con un Citroën Saxo que montó Vila con ayuda de unos amigos ganó la beca PXP20 que le daba derecho a competir durante una temporada con un Renault Clio N5 valorado en más de 150.000 euros. Solo pudieron completar el Rallye de A Coruna y el de San Froilán, en Lugo, porque la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 se interpuso en sus objetivos. Un sueño que podrán retomar, aunque no será con la misma unidad con la que compitieron en las dos primera citas del calendario autonómico de 2020.

El balance, en su estreno, fue bueno. “El de A Coruña era el primer rallye con el coche, así que era de adaptación. A priori pensábamos que nos iba a costar un poco, pero nos adaptamos mejor de lo que esperábamos y fuimos capaces de rodar a un ritmo bueno ya”, dice Vila.

Después de la cita herculina tuvieron que pasar meses para volver a competir. “El de A Coruña fue en febrero y el San Froilán, en octubre”, rememora el piloto tudense. “Pasó casi medio año sin poder rodar con el coche y fue como si nos subiéramos por primera vez al coche”. Sin embargo, las sensaciones fueron buenas: “Ya conocíamos un poco más el coche, ya estábamos más adaptados, ya habíamos estudiado bien, después del primero, cómo había que hacer las cosas, así que nos resultó un poco más fácil”.

2020 se presentaba como el año más ilusionante para ellos hasta ahora en competición y su ilusión se quedó truncada por el coronovarius. “Era un año que empezaba con una ilusión tremenda porque para nosotros competir con un coche de esas características es todo un sueño y, por encima, tener planificadas diez carreras, totalmente gratis... Eso para nosotros era algo increíble, pero luego, por culpa de la pandemia, nos quedamos bastante fastidiados”, reconoce.

La FGA, Alberto Meira y Pirelli han tenido un gesto que no va a olvidar fácilmente. “Nos han echado un cable y no me dejaron tirado”, dice con emoción. Durante todo el año se mostró tranquilo porque ya le habían transmitido mensajes de tranquilidad de cara a este curso, que todavía no ha podido arrancar. “Me decían que no me preocupase, que para el año iban a estar ahí apoyándome”. Y así va a ser. “Tendrán que hacer un gran esfuerzo, porque tendrán que becar a dos pilotos, a mí y al que ganó en 2020 (‘Koke’ Garnelo y su copiloto Javi Martínez) y es de agradecer el esfuerzo que hacen”.

En cuanto a la competición, las condiciones de la beca son las mismas, con la salvedad de que cambian los patrocinadores y también el coche, que no será el mismo Clio N5 con el que compitieron en A Coruña y Lugo. “No es el mismo exactamente, pero sí muy similar. Es otro Renault Clio N5, pero no es la misma unidad del pasado año”, dice Vila. La adaptación no supondrá, de este modo, empezar de cero otra vez. “Es prácticamente igual al coche anterior. Tendremos que emplear un par de rallyes para volver a adaptarnos un poco a él, pero ya lo conocemos”, suscribe.

Desde el San Froilán de 2020 no han vuelvo a sentir la adrenalina de la competición y ya cuentan las horas para volver a hacer rodar su Clio en el asfalto, aunque tendrán que esperar hasta mayo. Su programación, que incluye las citas del Regional, hace que este año no vayan a estar en el Rallye Rías Baixas, que vuelve al calendario nacional al entrar en la Copa de España de asfalto. “Nosotros vamos a centrarnos solo en el Campeonato Gallego”, confirma Vila, que apunta que “el objetivo será parecido al del año pasado, que no es otro que seguir aprendiendo, que para mí es lo más importante”. Pero también se atreve a ser ambicioso. “¿Por qué no podemos tener este año el objetivo de ganar en la copa, dentro nuestra categoría? El reto será estar en primera posición y si podemos mezclarnos entre algún R5 lo vamos a intentar”, anuncia.

Este segunda oportunidad no les añade presión, pero “sí que es muy ilusionante. Presión por parte de mi copiloto y mía, cero, y por parte de la Federación y Pirelli, tampoco. Ellos nos dicen que lo pasemos bien y que aprovechemos la oportunidad, porque, si no me equivoco, en el resto de España oportunidades como esta no hay ninguna. Tenemos que aprovecharla al máximo”.