Soñó un rato el Atlético Guardés. Sucedió demasiado pronto cuando en un arranque colosal de partido pusieron de los nervios al Ciudad Jardín con un parcial de 0-4 que casi neutralizaba los cinco tantos de diferencia que el Rincón Fertilidad había conseguido en la ida de las semifinales de la Copa EHF. Las malagueñas, un manojo de nervios, regalaban sus ataques frente al martillo que eran las de Prades que mantuvieron esa diferencia hasta el 4-8 pasados los veinte minutos de partido. No era un mal plan, pero el problema fue que el Atlético Guardés no tardó en entrar en esa guerra de nervios en la que se convirtió el partido y que transformó el duelo en una serie interminable de errores en la entrega y el lanzamiento. Y ahí le faltó afinar un poco más que las malagueñas y que Merche Castellanos, que ya tuvo un enorme protagonismo en la ida, no se convirtiese en la reina de la eliminatoria.

Las de Prades consiguieron el objetivo de llegar al descanso muy vivas en la eliminatoria. 7-9 reflejaba el marcador en ese momento tras media hora que había sido infartante por la tensión con la que se emplearon ambos equipos. El Guardés lanzó a puerta haste siete veces más, pero Castellanos hizo la diferencia. Si la portera no hubiese estaba a tan alto nivel la renta al descanso habría sido mayor y el escenario en el que se jugaría el segundo tiempo también. El marcador corto reflejaba muchas cosas. Hablaba de acierto de las defensas, pero de los tremendos errores de los dos equipos. El Rincón evitó los extremos, justo por donde más daño hizo el Guardés. Planes diferentes, pero nervios parecidos.

El equipo guardés siguió dominando el segundo tiempo. La eliminatoria estaba en la posibilidad de enganchar una serie que anulase el colchón con el que jugaban las malagueñas. El 10-12 tras un gol de Rosario Urban fue el último momento de vida de las jugadoras de Prades con más de veinte minutos por delante. Justo en ese momento Silvia Arderius entró en escena y Merche Castellanos se hizo inmensa. El Guardés acumuló errores en el lanzamiento y pérdidas y todo comenzó a salirle bien al Rincón Fertilidad que hizo un parcial de 4-0 para ponerse dos goles por delante. Eso sumado a los cinco tantos del partido de ida y al hecho de que el marcador corto también suponía un gol extra de margen dejó las cosas demasiado claras. Ya no salían las cuentas por ningún lado al equipo gallego.

En el tramo final, la portería del Rincón Fertilidad volvió a sacar a relucir su talento y firmó seis paradas, cuatro de ellas consecutivas, forzando hasta siete pérdidas de balón en el Atlético Guardés, con lo que al final este billete histórico para la final de la Copa Europea EHF se quedó en Málaga con un 21-19 final. El viaje del Guardés se termina en Málaga tras una gran aventura en un año complicado. Ayer el destino les podía haber permitido disfrutar de alguna posibilidad más, pero era demasiado pesada la mochila con la que llegaron a Málaga. Y el sueño llegó demasiado pronto.

Y más vale reponerse pronto, porque el miércoles A Sangriña espera al Zubileta Evolution-Bm. Zuazo (20:15 h) para vivir la vuelta de la segunda fase de la Copa de la Reina… y ahí sí que el Guardés no puede permitirse fallar