El Atlético Guardés, en esta temporada de parones y acelerones, de descansos y agobios, más que para cualquier otro equipo, aprieta los dientes en la persecución de un sueño. El cuadro gallego se juega el pase a la final de la EHF European Cup. Necesita remontar la diferencia de cinco goles (18-23) que el Málaga logró en A Sangriña. Una misión casi imposible que exige “un partido excelso”, conviene el entrenador del Guardés, José Ignacio Prades. El petrerí no exige a sus jugadoras el éxito. Sí que se vacíen en el intento.

Son dos escuadras de nivel similar, aunque quizá de trayectoria diversa en los últimos tiempos. El Guardés, campeón liguero en 2017, se ha apretado el cinto. El Málaga, campeón copero en 2020, se lo ha aflojado. La diferencia presupuestaria se palpó en la ida. Las andaluzas mandaron siempre, amparadas en la portera internacional Mercedes Castellanos. Prades admite la superioridad de su contrincante en ese primer envite. “El resultado, además, fue con la máxima renta de cinco, en el gol final. Eso nos complica más las cosas. Pero no tenemos nada que perder. Jugaremos nuestras bazas y arriesgaremos un poco más”, anticipa.

Al entrenador del Guardés no se le escapa lo que la remontada en cancha rival exige. “Sabíamos que para pasar la eliminatoria necesitábamos dos partidos buenos. El primero fue bastante malo, bastante deficiente por nuestra parte”, acepta. “No nos queda otra que hacer un partido superbrillante o excelso para tener alguna opción en el partido de vuelta”.

Los dos contendientes, entre medias de sus semifinales continentales, han disputado el primer partido de la segunda fase de la Liga Guerreras Iberdrola. El Guardés venciópor la mínima al Elche (24-23) en un duelo emocionante y es cuarto. El Málaga, sexto tras perder ante el Rocasa Gran Canaria (23-25), único que todavía le discute el título al Bera Bera. “El último partido contra el Elche nos ha dejado cosas positivas. El equipo, cuando se pone serio, trabaja y es disciplinado, saca buen rendimiento”, resume Prades, que redirige su análisis hacia la visita al Málaga. “No nos queda otra que ir allí a demostrar y a quitarnos la espina del partido de ida. Sabemos que no estuvimos muy finas, no dimos con la tecla. El partido será más ajustado a poco que cometamos menos errores y si es así, aunque el favorito es Málaga, pueden pasar muchas cosas. Arriesgaremos y pelearemos. No vamos a Málaga a cosechar otra derrota, sino a competir, a intentarlo y hacerlo mejor”.

La escuadra viajó ayer jueves a la Costa del Sol. Hoy se entrenarán en el pabellón. El Guardés, afectado especialmente por las suspensiones del COVID, ha tenido que gestionar un calendario de sobresaltos, de vacío a comprimido. “El estado anímico, tras la victoria contra el Elche, es positivo. A nivel físico y psicológico la gente está preparada”, asegura Prades. “Pasamos un mes y pico bastante duro. Lo hemos solucionado bien, aunque quizá nos haya pasado factura a nivel mental en los dos últimos partidos. El grupo ha aprendido mucho. El equipo está preparado para afrontar partidos cada tres días y con muchas ganas”.