Con la herida áun fresca de la derrota del pasado domingo ante el Rincón Fertilidad en la ida de las semifinales de la Copa EHF, el Guardés respondió de manera enérgica ante el Elche, en un compromiso crucial en el arranque de la fase por el título. Era fácil pagar la factura del cansancio o de la tristeza, pero las de Prades demostraron que están hechas de una pasta especial. Compitieron de manera ejemplar ante un gran equipo, apretaron los dientes cuando hizo falta y tuvieron la templanza para llevarse un triunfo ajustado que las acerca al objetivo de asegurarse su presencia en Europa la próxima temporada. El sábado, con el ánimo de nuevo cargado, intentarán voltear la eliminatoria ante las malagueñas.

El partido, como era de esperar, resultó un vaivén de sensaciones entre dos conjuntos que se conocen bien, que están muy trabajados y que saben competir. Del comienzo extraordinario de las guardesas, a la incertidumbre, a los momentos delicados en el segundo tiempo, el estirón en el momento clave y la resistencia final. Una obra completa.

El Guardés llegó puntual al partido. Era uno de los temores que había, conocer el efecto que había tenido la derrota del fin de semana en uno de esos partidos que las jugadoras tenían grabados a fuego. Sufrieron la primera exclusión y respondieron a ella como fieras. Buena defensa, extraordinaria portería y acierto en el lanzamiento. Parcial de 5-0 y el Guardés que se fue 6-2 en el marcador. Reaccionaron las de Rocamora a través de Musons, Gascó, Ana Martínez y las paradas de Morales hasta apretar el marcador (7-6). A partir de ahí el partido se jugaba al límite en cada acción, con dos equipos que se ataban en corto. Ventajas mínimas y 12-11 al descanso.

El Elche tuvo su primera ventaja en el comienzo del segundo tiempo. Señal de alarma, otra de esas pruebas a las que tenía que someterse el Guardés que defendía con el alma convencido de que buena parte del partido estaba ahí. Por fortuna las de Prades impidieron que se escapasen las jugadoras de Rocamora. 19-19 a falta de diez minutos. Y en ese tramo el Guardés fue mejor, más listo, más intenso. Desde los siete metros puso una pequeña ventaja en el marcador que el Elche solo pudo reducir a la mínima expresión. Partido salvado. La carga necesaria para buscar una gesta el sábado en Málaga.