El primer enfrentamiento contra Kosovo ha provocado un amago de conflicto diplomático. La furibunda defensa de sus derechos de las autoridades kosovares, que llegaron a amenazar con no acudir al partido si no se respetaban sus símbolos, ha obligado a la RFEF a asegurar que en el partido se va a respetar la normativa FIFA y UEFA. Hoy en La Cartuja ondeará la bandera y sonará el himno de Kosovo. Aún así, en ningún caso se referirá la megafonía, la cartelería o los grafismos televisivos al nombre oficial de República de Kosovo, solo se le llamará territorio de Kosovo, Federación de Fútbol de Kosovo o Kosovo a secas, según directrices del Gobierno español.

En medio de su política de máxima expansión, la FIFA otorga la posibilidad de concurrir a competiciones internacionales a territorios, desde Gibraltar (que no se puede enfrentar a España por las restricciones de FIFA) o las Islas Feroe hasta las islas neerlandesas del caribe, por ejemplo, que no tienen ni buscan categoría de país independiente. El caso de Kosovo es diferente. Tanto la UEFA como la FIFA lo reconocen como miembro de pleno derecho desde 2016, después de su independencia unilateral de Serbia en 2008. A problemáticas similares a la kosovar se enfrentan Taiwan o Palestina, reconocidos parcialmente por el concierto internacional, o Israel, que juega en UEFA ante el vacío de reconocimiento que sufre entre los países árabes, incluido Catar, el anfitrión del próximo Mundial.

En la Unión Europea, además de España, solo Rumanía, Eslovaquia, Chipre y Grecia no reconocen a Kosovo por su cercanía a Belgrado. No es el caso del Gobierno español, que se muestra reticente a dar validez legal a cualquier movimiento independentista interno comparable, aunque sea de forma laxa, a Cataluña o País Vasco.

Entre los problemas que ha sufrido Kosovo por esta circunstancia, el campeón de la liga kosovar de 2018, el Drita, tuvo que viajar vía Suiza y Reino Unido para poder llegar a la fase previa de la Champions, que se jugó en Gibraltar, ya que ningún kosovar puede pisar suelo español con su pasaporte. Para el partido en Sevilla se ha dispensado un permiso especial, sin presencia de altos cargos del gobierno kosovar.