Castellanos desactiva al Guardés en A Sangriña

Jaque del Rincón Fertilidad Málaga de Estela Doiro al Guardés en A Sangriña. El conjunto de A Guarda cayó derrotado en la ida de su histórica eliminatoria de semifinales de la EHF European Cup y, aunque tiene todavía por delante 60 minutos para remontar, el camino hacia la final se ha llenado de espinas.

Espinas que florecen, sobre todo, en el plano anímico de un Guardés que hasta ahora no había permitido a las malagueñas imponerse en A Sangriña. En los once encuentros previos hasta el momento, las de José Ignacio Prades se habían impuesto en ocho ocasiones, sumando un empate y dos derrotas, pero ninguna de ellas en A Guarda.

La portera del Rincón Fertilidad Castellanos se erigió ayer en la gran protagonista del primer lance de la eliminatoria. La guardameta rival, con un total de 16 paradas y un 59,26% de efectividad, se convirtió en una auténtica pesadilla para el ataque local, que no encontraba fisura alguna por la que colar el balón al fondo de la red. El Guardés se estrellaba una y otra vez contra el muro que Castellanos había levantado sobre su portería. Y se desarmó. Ni siquiera era capaz de aprovechar el cuadro local las inferioridades de su rival para recortar distancias. Siempre a remolque en el electrónico, no daba la impresión de ser capaz de materializar la remontada. Y eso es un lastre importante.

Paula Arcos intenta un lanzamiento ante la oposición de Estela Doiro, Rocío Rojas y Almudena Gutiérrez. / Marta G. Brea

En las jornadas previas tanto las capitanas del Guardés África Sempere y Carratú, como la central guardesa del Málaga, Estela Doiro, avisaban de que la eliminatoria se definiría en mínimos detalles. Anunciaban una auténtica partida de ajedrez, que decantaría la balanza a favor del equipo que consiguiera tomar las decisiones más acertadas en los momentos claves. Y ese fue el Rincón Fertilidad. Las diferencias no fueron abultadas (45 por ciento en eficiencia de tiro del Guardés por el 52 del Málaga y 43 por ciento de eficiencia de ataque por el 52 de su rival), pero el Málaga sacó mayor provecho de sus rápidas galopadas al contraataque, además de contar, por supuesto, con la omnipresente Castellanos.

A Sangriña, además, no pudo ser ayer el “inferno” habitual para cualquier visitante. En las gradas solo pudieron estar las jugadoras de la base del club, directivos, patrocinadores y autoridades. Faltó quizá algo de calor en el pabellón, aunque fuera, y durante los días previos, las jugadoras sintieron el aliento de los suyos. Entre un pasillo de humo, banderas y vítores entraba en A Sangriña la comitiva local. Se habían citado con la historia y estaban dispuestas a plantar cara a un rival que esta temporada ya había conquistado dos títulos: Copa de la Reina 2020 y Supercopa. Para ellas la ronda de semifinales también es histórica. y también buscan romper su techo europeo. Tablas en ambición.

En la arenga previa al pitido inicial Gallardo pedía a las suyas disciplina y también que disfrutaran. Prades pedía paciencia y concentración. Armas todas ellas vitales para la contienda. Almudena Gutiérrez y Esperanza López golepaban primero mientras que Arcos empezaba a chocar contra el muro de Castellanos. Habían pasado casi cuatro minutos y el Guardés no se había estrenado todavía.

Estela Doiro (centro) aplaude tras el encuentro de ayer. | // M. G. BREA

Fue Erika Rajnohova, que podría salir de A Guarda la próxima temporada (ya es oficial la salida de Urban, Valero y Buforn), la que inauguró el marcador local (1-2) tras sorprender por abajo a la portera rival. Laura Sánchez marcaba tras aprovechar un rechace que hacía que Carratú llamase al orden a la defensa. La tensión era máxima y la defensa 6.0 del Rincón Fertilidad se hacía cada vez más sólida.

La exclusión de Almudena Gutiérrez por empujar a Valero no ayudó a las locales a tomar impulso y las diferencias se mantenían en torno a los dos y tres goles. A los 15 minutos Prades pedía tiempo muerto y exigía más fotaleza en el uno contra uno contra Campigli. El Guardés afinó y se puso a un gol (7-8) gracias a un tanto de Rajnohova, pero la exclusión de Paula Arcos hizo que Prades armase el ataque sin portera. Las diferencias se mantenían. Castellanos seguía inmensa.

El Rincón Fertilidad llegó al descanso con una ventaja de tres goles (10-13), diferencia que no parecía insalvable para las locales. Sobre todo porque después del paso por el vestuario parecían salir con una actitud diferente, con una marcha más. Volvieron a tensar la cuerda y a ponerse otra vez a un gol (12-13). Parecían ganar confianza las de Prades, que pese a la réplica visitante por mediación de Dos Santos, volvía a meter el miedo en el cuerpo a las de Suso Gallardo con un gol de Lorena Pérez (13-14). Un lanzamiento de 7 metros pitado en contra del Guardés tras una acción de Descalzo con Doiro permitió al Málaga estirar de nuevo la cuerda. Con el 13-17 un frío incómodo se adueñaba de A Sangriña, que veía cómo Sandra Santiago armaba su brazo para mantener vivas a las suyas (14-17).

Arderius se hacía daño en el tobillo. Con muestras de visible dolor se retiraba. A eso se sumaba la exclusión de Rocío Rojas a la que el Guardés tampoco pudo sacar rédito. Castellanos seguía con su recital y Prades exigía más precisión en los pases.

Estela Doiro marcaba el 16-21 y Prades paraba el crono para diseñar una estrategia que permitiera a las suyas aprovechar esta vez los 12 segundos que el quedaban en superioridad para recortar distancias. Ya pensaba en Ciudad Jardín (sábado, 3, 19.00 horas). Gallardo también. Pidió tiempo muerto a falta de medio minuto para armar su último ataque. Arderius, que pudo volver a la cancha, marcó y llevó la ventaja malagueña hasta los cinco tantos que el Guadés está obligado a remontar en la vuelta para mantener vivo su sueño europeo.

José Ignacio Prades da instrucciones desde el banquillo durante el partido de ayer. | // M. G. BREA

Partido de liga ante el Elche antes de jugar la vuelta europea en Málaga