La atleta viguesa Ester Navarrete ha sido madre. Ahora ella y su marido, el céltico Francisco Rodríguez, se adaptan a su nueva realidad en la que tratan de habituarse a los ritmos y horarios de su pequeño Isco (diminutivo de Francisco, como su padre), que nació el 15 de febrero. “Eso de no dormir no lo llevo muy allá”, bromea la fondista.

Fue en el mes de mayo del pasado año cuando supo que estaba embarazada. “Nos pusimos muy contentos porque estábamos ya en ese punto de pensar que, si venía, perfecto”, dice la atleta: “Teníamos claro que queríamos tener familia y nos pusimos muy felices con la noticia”, rememora. Dieron el paso, pero también meditaron mucho antes de decidirse a ampliar la familia. “Cuando suspendieron el Campeonato de Europa, que iba a ser en agosto y que era mi objetivo a corto plazo, la verdad es que me desmotivé un poco. Asumí que iba a ser un año en el que no iba a haber muchas competiciones, así que no nos vino nada mal”. Y llegó Isco, “la mayor ilusión y la parte más importante de mi vida”, proclama.

“Si tengo que decidir, ahora mismo Isco es mi todo”, subraya sobre su regreso a las pistas y al asfalto. “El atletismo no voy a dejarlo, aunque sé que el día de mañana cambiarán las prioridades”, asume. Así que está en un paréntesis dedicada en cuerpo y alma a su pequeño. “Sí que me planteo volver a competir, pero ahora mismo mis expectativas son cuidar a mi hijo y disfrutar mucho de él”, apunta la viguesa, que estrenó internacionalidad con la selección española absoluta con motivo de la Copa de Europa de Londres de 2019. Sus intenciones de volver a calzarse las zapatillas se plasman en la renovación de su ficha con el FC Barcelona. “Mis expectativas son competir con ellos”, subraya, al tiempo que muestra que el club la ha apoyado en su decisión. “El problema es que ahora, con esto del COVID-19, tampoco hay muchas ayudas y es cierto que las subvenciones se han restringido mucho, o las cuantías son menores, y se ha notado. A nivel deportivo las ayudas están siendo más difíciles, pero no porque haya estado embarazada sino por la situación que estamos pasando con la pandemia”, subraya.

“Sí que me planteo volver a competir, pero ahora mismo mis expectativas son cuidar a mi hijo y disfrutar mucho de él"

Su ausencia en el equipo gallego que participó el pasado fin de semana en el Campeonato de España de campo a través provocó una curiosa anécdota, ya que llegaron a llamarla para preguntarle cómo se encontraba para ser incluida en la lista. “Me llamaron una semana antes de dar a luz para preguntarme si estaba entrenando”, recuerda. “Luego cayeron en la cuenta de que estaba embarazada”. Un pequeño lapsus del que ella quiere sacar una lectura positiva: “Es una motivación saber que se acuerdan de mí y que cuentan conmigo”.

Giro Radical

Su vida, tras la llegada del pequeño Isco, ha dado un giro radical, pero ella no descarta volver a recuperar el nivel de antes y de volver a ser la Ester Navarrete que llegó a proclamarse subcampeona de España de 5.000 metros dos años consecutivos (2018 y 2019). “No lo veo algo descabellado. Creo que con constancia y trabajo se puede lograr y, sobre todo, con ganas. Y ganas sí que tengo, porque la verdad es que después de estar tantos meses sin correr, quieras o no, me apetece muchísimo. Ahora hay que ver cómo responde mi cuerpo. Esa es otra”.

Cierto que durante el embarazo ha tratado de mantenerse activa. “Me subía por las paredes. Había momentos en que no era capaz de hacer nada, porque el embarazo no es que fuera malo del todo, pero tuve momentos malos. Había momentos en que necesitaba salir, moverme, y caminaba muchísimo. Los primeros meses sí que corría algo, y así me mantuve”, rememora.

También las dudas propias de madre primeriza se unieron con los temores por todo el tema del coronavirus y admite que “fue algo que me repercutió a nivel emocional incluso. Me preguntaba si lo estaba haciendo bien, te entraba ese miedo de que le pasara algo al bebé y fue algo complicado. Te va más allá la cabeza que otra cosa”, admite.

Por fortuna todo salió bien y ahora toca disfrutar. “Mi marido (también atleta y entrenador) me dice que no piense en nada y que me recupere con calma, que todo volverá a su cauce, pero yo inconscientemente quiero empezar ya a correr, quiero adelantarme a cosas que aún no debería”, asume. También tanto su entrenador como el médico o el fisio le han aconsejado que no tenga prisa: “Me han dicho que el cuerpo es muy sabio y que me irá diciendo cuándo estaré bien para volver. Al final los profesionales saben más que yo y habrá que hacer caso”.

Responsabilidad

Por lo pronto, su renovación con el FC Barcelona de atletismo es un aliciente también para tener siempre presente el regreso. “Es un estímulo saber que cuentan conmigo, una motivación y también una responsabilidad, pero encierra también ese deseo de querer volver. Cuando estaba embarazada iba por la calle caminando y veía a la gente corriendo y me decía ‘¡qué gozada!’. Por otra parte, estaba disfrutando de mi embarazo y estaba disfrutando de mi momento, pero esas ganas de querer volver estaban ahí”.

Como referente cercano tuvo a la mujer de su entrenador de siempre, Manuel Vigo, que también fue atleta, y más o menos la iba aconsejando. También su entrenador ha estado pendiente de ella. “Más que nada para mantenerme en orden, para que no fuera una cabeza loca”, bromea.

No descarta que pronto, cuando se pueda volver a organizar carreras, se presente con su dorsal y su carrito en la línea de salida. “Espero que sí”, anuncia. Por lo pronto, los suyos ahora son kilómetros de amor; los del asfalto tendrán que esperar todavía un poco más.