Del primer derbi vigués sin color en tres temporadas de rivalidad Sárdoma-Valladares (resultó un auténtico tostón) también se pueden extraer cuestiones interesantes y, sobre todo, nombres propios. Dos en especial: Paula Monteagudo por el Sárdoma CF y Óscar Alonso por el Valladares.

La primera, porque hace tiempo que dejó de ser “Paulita”, el apelativo cariñoso que en su club le destinaron cuando entró en el primer equipo el verano de 2017, de la mano de Marcos Canle. Ahora es Paula (Vigo, 2002): una mediocentro con guante en su bota izquierda que puede firmar una temporada espectacular. Al Valladares le hizo el ‘truco del sombrero’ (un “hat-trick”, tres goles, el primero que consigue en la categoría) casi como pasando por ahí, pero lo cierto es que su fútbol ha explotado esta campaña. Lleva un total de seis “chicharros” anotados (Yaiza suma ocho) y por segunda semana consecutiva ha marcado de falta.

La centrocampista rompió a la docena de minutos un choque que no fue tal. Al menos en el primer periodo. Y ahí merece la pena destacar al entrenador visitante. Óscar Alonso tomó las riendas en diciembre. El Valladares buscó un revulsivo tras el 1-5 ante el Umia que le costó el puesto a Jacobo Lorenzo. En seis partidos, un empate (ante el Arousana) y cinco derrotas, todas holgadas, es el balance vigués, con ningún gol a favor en 540 minutos y 26 en contra. Se desgañitó animando a sus jugadoras, pero a su equipo, que cruzó el medio del campo en un par de ocasiones, le pesa la inexperiencia de muchas jugadoras en la categoría, el rol de colista y la moral, ya inexistente tras cinco meses sin ganar. “Orgullo y actitud”, les reclamaba cuando los goles caían a saco. Pero no estaban.

El problema no reside en esta fase, donde el Valladares está KO, sino en pelear en la siguiente contra los conjuntos del grupo cántabro-astur, en especial ante Castro y Oceja, y con 30 puntos en juego.