Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

TRIATLÓN

A por el gran salto

Iria Rodríguez prepara la temporada en Lanzarote, donde coincide con figuras de la talla de Gómez Noya, Pablo Dapena o Antonio Serrat

Iria Rodríguez, en Lanzarote. | // TRIATLON CHANNEL

“Ahora mismo tienes aquí en Lanzarote a Gómez Noya, Dapena, Serrat...”, enumera Iria Rodríguez, que lleva también en Sands Beach concentrada desde principios del mes de enero, en una pretemporada atípica en la que resulta complicado por ahora fijarse objetivos concretos. “El primer objetivo de la temporada iba a ser la Copa de Europa de Quarteira el 10 de abril, pero se va a posponer, así que estoy a al espera de si se hará una Copa de Europa en Melilla poco después”, indica. “Y si eso tampoco sale, tengo una prueba de la liga francesa a mediados de mayo”, anuncia.

Y mientras define su calendario, ha prolongado su estancia en Lanzarote gracias a que “me ha acogido una amiga triatleta”, pese a que muchos más compañeros han apostado por seguir en la isla. “Al final en Galicia estaba siendo más complicado entrenar con las restricciones y opté por quedarme, sobre todo porque muchas pruebas se están aplazando y seguramente este año hasta mayo no empezaré a competir. No se sabe”, asume.

Y pese a la incertidumbre, la triatleta afincada en Tomiño se siente una afortunada por tener la oportunidad de seguir entrenando. “Dentro de lo que cabe yo no estoy preparando los Juegos ni nada, hay aquí triatletas para los que la situación es peor”, subraya Rodríguez, quien apunta también la situación de su hermano, el palista Roi Rodríguez, que “está preparando su clasificación para los Juegos y todavía tiene que hacer un proceso de selección”.

Pretemporada atípica

Así que afronta con filosofía una pretemporada atípica, donde la suerte, viendo la situación, “es poder llevarla a cabo”. “El año pasado ya habíamos venido a Lanzarote a una concentración de pretemporada. Es un sitio increíble para entrenar en estas fechas, escapando del clima de Galicia, y la verdad es que es una fortuna que salieses adelante”. Y aunque el año pasado a estas alturas ya sabía exactamente su hoja de ruta, este año no es así. “El año pasado volvimos a Pontevedra y la primera competición la teníamos fijada para el 15 de marzo, que iba a ser la Copa de Europa de Huelva, y fue justo cuando comenzó todo”, rememora. Y cuando dice todo, se refiere a la pandemia, el confinamiento y la ausencia de competiciones, porque no pudo volver a competir hasta finales de año. “Participé en una liga de clubes en octubre, pero tras la cuarentena, en la segunda semana de entrenamientos, me rompí un dedo pequeño del pie y me imposibilitó presentarme en forma a los campeonatos de España, así que hice borrón y cuenta nueva; me presenté a ayudar al equipo en la liga de clubes en octubre y poco más hice”, destaca.

Ahora ya sí está totalmente enfocada en poder competir allí donde se pueda, fijando mayo o finales de abril como fecha clave. Pero tampoco se mete presión. “Al final nuestra temporada se puede alargar hasta noviembre si se quiere, así que tampoco sería problema”, explica.

Iria Rodríguez, durante un entrenamiento en bicicleta, en Lanzarote. // Triatlon Channel

Los objetivos que tiene en mente serán “los mismos del año pasado”. “Lo primero, tengo que volver a la competición porque llevo mucho tiempo sin saber cómo estoy compitiendo. Sigo siendo sub 23 y al final no he hecho nada interesante últimamente. Lo primero será mostrar el nivel en las Copas de Europa que se puedan hacer y luego clasificarme para el Europeo sub 23 y, de ahí, ya supongo que al Mundial. Hay que ir viendo cómo evoluciona la temporada, pero la idea sigue siendo la misma: dar el salto de calidad ya a la élite, que es lo que me falta”, anuncia. Todavía le quedaría un año más sub 23, un margen muy valioso para recuperar un terreno que ella no considera perdido. “Al final pude entrenar, aunque no pudiera competir, así que estoy tranquila en ese aspecto”.

Bajo la batuta de Jonathan Cancela

Esta temporada atípica también presenta cambios importante para la triatleta, como el entrenador. “Mi principal entrenador hasta no hace mucho era Carlos Prieto, que estaba de entrenador del grupo de rendimiento en el Centro de Tecnificación de Pontevedra”, donde Rodríguez está becada. “Ha habido cambios recientes y ahora pasamos a depender de Jonathan Cancela aunque Prieto sigue siendo director técnico”, explica. “Realmente no he asimilado del todo el cambio todavía”, asegura la triatleta. “No estoy en Pontevedra, en mi rutina habitual, y digamos que todavía no me he asentado al cien por cien al cambio”, dice la tomiñesa, que compagina sus entrenamientos con sus estudios de Psicología online. Aunque pudo pasar el confinamiento en casa, donde se las ingenió para seguir entrenando, echa de menos las sensaciones de la competición. “Lo que más me costó creo que fue la carrera. El medio acuático sí que es menos natural, pero con calma lo pude llevar bastante bien; de hecho me sorprendió porque pensé que me iba a encontrar bastante peor cuando me volví a tirar al agua”, bromea.

Compartir el artículo

stats