Una derrota del Valladolid en Vigo el próximo domingo pondría a prueba la capacidad de aguante del presidente del club pucelano, Ronaldo Nazario, cuyo equipo encadena seis partidos sin ganar y acude a un Balaídos donde no suma tres puntos en la élite desde hace 23 años.

Faltaban seis meses para que naciera Iván Villar, posiblemente titular el domingo como portero del Celta, cuando el Valladolid logró su último triunfo en el estadio vigués. El curso pasado se llevó un punto tras un empate sin goles. Esa renta ahora mismo quizás no fuese suficiente para un equipo que se ha metido en graves problemas clasificatorios: es penúltimo, con 21 puntos, los mismos que Elche y Eibar, mientras que el Huesca se le ha puesto a dos.

El Valladolid caía esta pasada semana en casa ante el Real Madrid. Pese a la derrota, Sergio González, su técnico, realizaba una lectura positiva de la actuación de su equipo. “No nos da puntos, pero entendemos que es la manera de acercarnos más a lo que queremos. Durante la semana, seguro que lo vemos de otra manera y lo focalizamos para el partido de Vigo”, comentó el catalán, que se ha convertido en el entrenador con peor balance tras sus primeros cien partidos en un club de Primera División. Sergio sólo ha ganado en 23 ocasiones con los blanquiazules, con 35 empates y 42 derrotas.

Su último triunfo se remonta al pasado 2 de enero, cuando sorprendió a un Getafe venido a menos en el Coliseum Alfonso Pérez con un gol del israelí Weissman, ausente en el último enfrentamiento contra el Celta por coincidir con la fiesta judía del Yom Kipur.

Desde entonces, los de Sergio González solo sumaron tres puntos. Y ahora visitan un estadio esquivo para sus intereses: más de dos décadas sin ganar en Vigo en la élite. En 2011 consiguieron un 1-2 a favor, en Segunda División. De 47 visitas, solo lograron 6 triunfos y 15 empates.