Sin la pegada de meses precedentes ni la firmeza defensiva de toda la era Simeone, el Atlético de Madrid es un líder en duda, herido ayer por el Levante y José Luis Morales para agitar la Liga en la misma medida que decae el equipo rojiblanco, que permitió el 0-1, reaccionó demasiado tarde y recibió el 0-2 de Jorge de Frutos cuando Jan Oblak subió al remate final.

No caía en el Wanda Metropolitano el Atlético desde hace 27 partidos. Desde diciembre de 2019. Quizá no mereció perder, pero lo hizo. Y eso desata la inquietud.

La caída defensiva del Atlético es visible. Su estructura, no hace mucho inaccesible, es más vulnerable que nunca en la era Simeone.