El París Saint-Germain logró la primera victoria de su historia en el Camp Nou para colocar pie y medio en los cuartos de final de la Liga de Campeones en la gran noche de Mbappé, que coronó con un triplete una actuación descomunal.

El partido empezó adormecido. No despertó hasta que apareció Messi. El astro argentino puso un balón para De Jong a la espalda de la defensa de las escuadra parisina y Kurzawa trabó involuntariamente al centrocampista holandés dentro del área. El árbitro pitaba penalti, y el propio Messi lo transformaba a los 27 minutos. El ‘10’, que lleva cuatro goles en esta Champions, todos ellos de pena máxima, volvía aparecer en la jugada siguiente para regalar un gol cantado a Dembélé, pero el francés remataba sin atino.

Pero Mbappé no estaba dispuesto a aceptar que Messi asumiera el protagonismo del choque. Control dentro del área a pase de Verrati, recorte sobre Lenglet y un violento latigazo al fondo de la red que dejaba a Ter Stegen sin tiempo de reacción.

Con Mbappé desatado llegaron los mejores minutos del PSG en el primer tiempo. Mientras el Barça, dominado por su rival, buscaba su suerte a la contra. En una de ellas, Griezmann estaba a punto a de hacer el segundo.

La cosa no mejoró para el equipo de Koeman tras la reanudación. En el 65, Mbappé remataba a placer para hacer el segundo, después de una centro de Florenzi que pilló en falso al portero azulgrana y que Piqué no acertó a despejar. Y pudo hacer el tercero en la jugada siguiente, al romper, con otro furioso cambiado de ritmo, por enésima vez a Dest, al que Koeman sustituiría poco después para acabar con su suplicio.

Pero el parisino estrellaba su disparo contra Ter Stegen, un minuto antes de que Kean ganara la espalda a la defensa azulgrana y cabeceara en el segundo palo para hacer el tercero del PSG.

Quedaban veinte minutos y el Barcelona, huérfano de balón y amedrentado por la contundencia ofensiva de su rival, se desangraba en el Camp Nou, donde cuatro años atrás había vivido, contra el mismo equipo, una de esa históricas noches mágicas europeas que cuestan de olvidar.

Pero esta vez, sin el abrigo del público, y con un Messi cada vez más cabizbajo, fue incapaz de reaccionar. Ni con un acción individual de Dembélé que tiró desviado ni con un regalo de Navas que casi provoca que Griezmann marcara de rebote. Tampoco con el triple cambio a la desesperada de Koeman, que daba entrada a Trincao, Pjanic y Riqui Puig, por Pedri, Sergio Busquets y Piqué.

Al contrario, desguardado atrás al estar obligado a recortar distancias, daba aún más facilidades al PSG, lo que aprovechó Mbappé para culminar una contra visitante con un derechazo a la escuadra a cinco minutos para el final.

“Esta no es la imagen que queríamos dar”

Antoine Griezmann admitió que “no es la imagen” que el conjunto azulgrana quiere “dar” la mostrada en el 1-4 ante el Paris Saint-Germain en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones: “Fueron superiores. Nosotros tuvimos alguna oportunidad, pero no hicimos nuestro mejor partido. Necesitábamos hacer un partido perfecto y no lo hicimos”, añadió Griezmann en declaraciones a Movistar+. A pesar del resultado, el delantero francés consideró que “hay que trabajar e intentarlo hasta el último segundo” y aseguró que el Barcelona irá a París “a ganar y a intentar pasar, no vamos a ir de visita”. Aunque opinó que “hubo un momento en el que” el Barcelona estuvo “mejor que el PSG”, reconoció que “es duro que te hagan cuatro goles en casa”.

El Liverpool se facilita la tarea para Anfield

El Liverpool se impuso por 0-2 al RB Leipzig, con goles de Mo Salah y Sadio Mané, con lo que puso un pie en cuartos de final ya que el equipo alemán necesitaría un 0-3 para lograr la remontada en Anfield Road. El partido se definió en cinco minutos, entre el 53 y el 58, cuando llegaron los dos goles del Liverpool.