La resaca copera con la que Levante y Granada llegaron al encuentro propició un empate en un partido en el que el equipo valenciano fue superior en el primer periodo y el andaluz mejoró en la reanudación, aunque debió esperar al tiempo de prolongación para establecer la igualada final.

El empate deja al Granada con tres puntos de renta sobre el Levante, que le aventaja en la diferencia particular de goles y tiene un partido menos, y refleja la igualdad entre dos equipos que fueron capaces de mostrar sus virtudes con los contragolpes del conjunto local y la capacidad de reacción del visitante.

Ambos equipos veían de una semana exigente con sus respectivos partidos de Copa del Rey, los dos resueltos en la prórroga, y ante esta circunstancia y las numerosas bajas, el técnico del conjunto andaluz, Diego Martínez, decidió presentar una defensa con tres centrales (Nehuén, Domingos Duarte y Vallejo) y dos laterales con más proyección.

Copa del Rey

El Levante se había clasificado y el Granada, no. Esta circunstancia quizá influyó en el inicio del encuentro, cuando los locales se mostraron más motivados, con un mejor estado de ánimo y más profundidad en sus líneas, frente a un rival agazapado y con poca capacidad de respuesta.

Pero el Granada siempre encontró respuesta a los goles que el Levante les propinó por medio de Morales que puso en ventaja dos veces a los granotas, pero los de Diego Martínez acertaron a igualar, el segundo de ellos conseguido en el tiempo de descuento que permite al equipo nazarí y al levantinista seguir en la carrera en busca de Europa.