Empate que deja sensaciones contradictorias. Por una parte, una mejoría en el fútbol de los celestes, aupado por la presencia de Iago Aspas en el once titular. El moañés no tuvo excesivo protagonismo en ataque, pero su sola presencia hizo jugar mejor a su equipo. Por contra, un punto que sabe a poco, desperdiciando otra oportunidad de alejarse en la tabla de los puestos más calientes, objetivo primordial para esta temporada.

Un resultado justo, con reparto de golpes en uno y otro equipo, pero con mucho respeto y sacrificio. Coudet encontró en su rival un equipo batallador, que se blindó bien en defensa y que asustaba con la calidad y el desborde de Kenedy, de lo mejor del partido. Pero supo llevar el control en ciertos tramos, saliendo dominador y con tímida presencia en el área rival. Un disparo de Fran Beltrán y una jugada individual de Kenedy fue todo lo reseñable de una primera mitad muy táctica, de mucho esfuerzo.

En la segunda mitad llegaron las ocasiones. Primero golpeó el Granada, con sendos disparos de Darwin Machís y Foulquier que encontraron en el guante de Rubén Blanco un enemigo. Tras el acoso de los nazaríes; réplica del Celta en los últimos minutos. Hugo Mallo primero, con un disparo desviado, y Aspas en el tramo final, tuvieron la oportunidad, sin éxito, de desequilibrar la balanza a favor de su equipo. El cansancio hizo mella en el 10 celeste, que notó su falta competitiva.

Reparto justo de puntos que deja a Celta y Granada en mitad de la tabla, sin apuros pero sin objetivos, a la espera de sumar una racha de victorias que los lleve en volandas dirección Europa. Próximo compromiso, el líder Atlético de Madrid en su feudo, situación excepcional para hacer bueno el punto cosechado en Los Cármenes y confirmar la mejoría.