Entre incógnitas y con ilusión. Así se encuentra el Atlético Guardés en su regreso a la competición. El equipo que entrena José Ignacio Prades disputa hoy un partido oficial tras dos meses sin actividad. El receso en la Liga Guerreras Iberdrola por el Europeo, la suspensión de la eliminatoria de octavos de final de la EHF Cup y el aplazamiento de la octava jornada con el Lanzarote-Puerto del Carmen han forzado nueve semanas de cambios y adaptación. Ahora sí, las guardesas ya descuentan las horas para saltar a la pista de A Sangriña (19.00 horas) y medirse al Super Amara Bera Bera en un pabellón que no contará con el calor del público pero sí con las cámaras de la Televisión de Galicia. “Volvemos con ilusión, con un partido importante y con ganas de reflejar el trabajo de los entrenamientos”, apunta Prades.

La incertidumbre rondó hasta el jueves, cuando ambas plantillas superaron de manera satisfactoria los test de antígenos. El equipo de Imanol Álvarez pudo subirse al autobús rumbo a A Guarda y las de Prades cerrar los últimos detalles de la preparación de un partido clave en la pelea por los primeros puestos del grupo A. Ahora mismo, Bera Bera es primero y Guardés tercero, en una clasificación irreal con partidos pendientes. En la primera vuelta, las donostiarras ganaron sin contemplaciones (31-22) pero hacer cualquier pronóstico sobre este partido resulta aventurado. Ambos equipos llegan sin ritmo competitivo y, al menos por suerte para el Guardés, con las tornas cambiadas en relación a las lesionadas. El Guardés se presentó en Donosti con doce jugadoras (sin Martina Mazza, Sempere, Rosario Urban, Sarah Valero y Laura Morais) y para hoy ya ha recuperado a todas a excepción de Mazza.

“Tenemos la incertidumbre de no saber cómo nos vamos a encontrar”, señala Prades, al tiempo que indica que no es una situación excepcional de su grupo: “Estamos como todos los equipos que no han podido competir hasta ahora”. Para un “partido importante” al que se llega “con ganas de disfrutar y soltar la adrenalina”, el entrenador petrerí también llama a la cautela: “Hay que coger eso de que un equi-po llega mermado con pinzas”, advierte. Y es que Imanol Álvarez no podrá contar ni con Boada ni O’Mullony ni con las ausencias de última hora de Eli Cesáreo y Sara Gil de la Vega.