La Xunta de Galicia ha tomado la decisión de echar el freno a todo el deporte autonómico. La necesidad de tomar medidas para controlar la expansión del virus en la comunidad ha puesto el ojo en los miles de deportistas federados de Galicia que de repente han visto cómo se detienen sus competiciones o se aplaza el comienzo de las mismas.

Solo las categorías nacionales, que dependen del Consejo Superior de Deportes, resisten al cerrojazo. Sus competiciones seguirán adelante tal y como viene desarrollándose desde hace semanas o meses aunque sus deportistas sí sufrirán alguna clase de condicionante. Sobre todo en relación al toque de queda de las diez de la noche ya que deberán cumplirlo, algo complicado en algunos casos porque son muchos los clubes que entrenan hasta muy tarde para facilitar que sus deportistas cumplan con sus trabajos o estudios. Estas sesiones se adelantarán, se acortarán o directamente no podrán contar con su asistencia habitual.

Pero es en el deporte autonómico donde se produce un cambio radical de la situación. Galicia tiene en estos momentos 282.000 licencias expedidas por las diferentes federaciones. De ellas, apenas 15.000 son de deportistas que compiten en ligas o competiciones en categoría nacional. El resto, es decir, casi todo el tejido deportivo gallego, ve su actividad paralizada durante un tiempo que no será inferior a las dos semanas, aunque es probable que se prolongue mucho más. La Xunta solo permitirá los entrenamientos aunque otra vez estarán limitados. Serán individuales o como máximo en grupos de cuatro deportistas.

El anuncio de la Xunta se produce meses después de que se pusiesen en marcha las competiciones de una serie de deportes como el balonmano, baloncesto o atletismo que invirtieron mucho tiempo en adaptarse a las nueva situación y establecieron unos protocolos muy exigentes para conseguir los permisos para arrancar sus competiciones. A algunas modalidades como el baloncesto o el balonmano no les quedó más remedio que asumir la obligatoriedad de la mascarilla durante los partidos pese a su resistencia inicial. Otros como el atletismo hicieron desaparecer las competiciones de media distancia para evitar que los niños corriesen en grupo. Su trabajo para hacer del deporte un lugar seguro no ha impedido encontrarse ahora con esta decisión de la Xunta que les obligará a estar casi parados durante varias semanas.

Entrenamiento de ayer de los alevines del Seis do Nadal Ricardo Grobas

La noticia es especialmente dolorosa para el fútbol, una Federación que tiene casi 100.000 licencias en Galicia, y que estaba a punto de poner en marcha sus competiciones autonómicas. Las de la Federación Española de Fútbol llevan meses en funcionamiento, pero después de arduas negociaciones la Gallega habían fijado el 31 de enero como día para el arranque de la Preferente Autonómica. Y a partir de ahí estaba previsto que fuesen el resto de las ligas. En el proceso se han quedado muchos equipos (cinco en Preferente y decenas de ellos en el resto de categorías) que renunciaron a la posibilidad de comenzar las competiciones y asumieron la posibilidad de sufrir un descenso administrativo por este motivo. De hecho, hoy estaba previsto que se produjese una reunión para reorganizar y sortear la Preferente. Pero de repente la decisión de la Xunta arroja una importante duda sobre la posibilidad de disputar estas ligas. Ya iban a convertirse en una competición exprés, por la falta de tiempo, pero la situación se agravará en caso de disponer de un mes menos de competición. La Federación Gallega de Fútbol se vio ayer desbordada por las llamadas y consultas de sus afiliados que reclamaban una información. El sorteo de hoy fue suspendido y el reinicio de la competición vuelve a estar en suspenso.

Las federaciones mantuvieron ayer una reunión con la secretaría xeral para ó Deportes de la Xunta de Galicia. Cada una de ellas iba con su problemática y sus matices, que son diferentes. Pero el fondo es el mismo: se quedan paralizados hasta dentro de varias semanas. Ahora deberán preparar nuevas medidas y protocolos para poder mantener cierta actividad durante este tiempo. El desánimo cunde entre ellos y los clubes que sienten que pagan las malas decisiones que se tomaron de cara a la Navidad.

Y a las normas de la Xunta hay que añadir que algunos concellos han comenzado también a marcar algunas medidas que afectarán al trabajo de sus equipos. Por ejemplo, ayer mismo el Concello de Porriño anunció que cierra las instalaciones a todos los equipos que no compitan en categoría nacional. Eso significa que la mayoría de equipos del Porriño de balonmano, el Porriño Baloncesto Base y de los tres equipos de fútbol de la localidad (Porriño, Atios y Pontellas) no podrán entrenar ni tan siquiera de forma individual.

Las medidas de la Xunta también afectarán a los centros deportivos y gimnasios. Podrá practicarse deporte de forma individual y en las actividades en grupo el máximo será de cuatro personas. Asimismo no se podrán utilizar los vestuarios ni las duchas.

ABEL ESTÉVEZ // Presidente Club Bm. Porriño 

“Solo nos queda esperar a que esto dure lo menos posible”

El presidente del Club Bm. Porriño, Abel Estévez, indica que las nuevas medidas les suponen “parar con todas las categorías excepto con la de División de Honor y División de Honor Plata. Estábamos cumpliendo a rajatabla los protocolos y, aunque entendemos que la situación es muy grave, creo que pagamos el pato de otras actividades en las que no se respeta protocolo alguno”, indica. “Lo único que podemos esperar es que esto dure lo menos posible”, dice el dirigente, que no contempla “otra posibilidad diferente a que esto se vuelva a abrir”.

MIGUEL MARTÍNEZ LARREA // Delegado en Vigo de la FGA

“Muchos se preguntan por la economía, pero, ¿qué es primero?”

“Ya no teníamos muchas competiciones programadas, pero las pocas que había se suspenderán”, dice el delegado en Vigo de la FGA, Miguel Martínez. “Estamos en un momento muy malo para todos y deberíamos quedarnos tranquilos. Creo que no estamos suficientemente concienciados con lo que está pasando y aunque es una decisión dura yo estoy de acuerdo con las medidas. Mucha gente se pregunta qué va a pasar con la economía, claro, pero ¿qué es primero?”, se pregunta Larrea, que desea “que todo esto pase, con los medios que sean, para volver mejor”.

JAVIER LAGO // Coordinador de fúbol base en el Val Miñor

“Vamos a crear niños sin interés por el deporte, sedentarios”

“Se están dando pasos hacia atrás, pero si los expertos consideran que es necesario, pues habrá que darlos”, asume Javier Lago, que sin embargo considera que “el deporte, de algún modo, hay que mantenerlo, sobre todo si tenemos en cuenta que en las actividades al aire libre el riesgo se reduce mucho”. “Llevamos casi un año en el que la práctica deportiva se ha reducido de forma alarmante y al final lo que vamos a crear son niños que pierden el interés por el deporte, sedentarios; reconducir toda esta situación luego no va a ser fácil”, advierte.

TELMO GONZÁLEZ // Entrenador en la UD Mos

“Es un varapalo grande, también a nivel emocional”

“Hemos invertido tiempo, dinero y trabajo y volver ahora para atrás la verdad es que es un varapalo grande, también a nivel emocional”, dice Telmo González, entrenador en la UD Mos. “Por una parte es entendible esta decisión porque la situación es complicada, entiendo todos los puntos de vista, pero es una pena y creo que tanto tiempo sin competir y sin jugar sí que hará que muchos niños se vayan desenganchando del tema deportivo”. En el club se reunirán para decidir qué camino elegir tras estas nuevas medidas.

CÉSAR ARMÁN // Director técnico de la SD Atl. Novás

“Non nos podemos permitir non xogar, non traballar coa base”

“Tódalas medidas que a Federación está implantando, os protocolos e as adapctacións das regras de xogo están funcinonando, por iso non vexo o motivo de suspender os partidos no deporte federado”, di o director técnico do Novás, César Armán. “Estamos loitando para que o balonmán non morra e no nos podemos permitir non xogar, non traballar coa base”, engade. “O tempo dirá qué consecuencias terán na sociedade estas medidas; esperemos que non se perda una xeración e que esto non sexa un pau tan duro que non o poidamos soportar”, advirte.